La quinoa es un pseudocereal con valiosas propiedades para el organismo. No obstante, si quieres que resulte sabrosa y nutritiva te contamos el paso que no debes olvidar al prepararla.
Lavar la quinoa previo a la cocción: un paso indispensable
Si no se trata de quinoa lavada y envasada, cada grano está cubierto de una sustancia jabonosa llamada saponina, que nuestro organismo tiene efecto antinutriente y también, puede conferir un sabor amargo a la quinoa tras la cocción.
Por eso, si quieres que este pseudocereal resulte sabroso y que sus propiedades nutricionales se aprovechan al máximo, recomendamos no olvidar el lavado previo a la cocción.
Para ello, se aconseja colocar la quinoa bajo el grifo de agua, y enjuagar este pseudocereal mientras con las manos frotamos las semillas.
Es indispensable tirar el líquido que queda después del lavado previo a la cocción, y repetir este paso unas tres o cuatro veces, o hasta que veamos que el líquido resultante del enjuague resultado incoloro.
Una vez logrado esto, las semillas de quinoa se colocan en agua a punto de ebullición y obtendremos, al cabo de unos 20 minutos aproximadamente, un grano tierno, sabroso y ante todo nutritivo.
Con la quinoa ya cocida, podemos preparar platos dulces así como variedad de recetas saladas, para resolver nuestras comidas diarias de forma sana.
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