Este pasado domingo, Salvados, el programa de Jordi Évole, hacía un repaso de las condiciones en las que vive el ganado en nuestro país, y el panorama ha hecho a más de uno replantearse sus costumbres alimenticias. Maltrato animal, ganado alimentado con piensos hormonados y sobremedicación de los animales que luego llega a nosotros cuando nos comemos la carne obtenida de ellos...
En Vitónica siempre defendemos la necesidad de comer sano y saludable, y eso para muchas personas puede significar efectivamente reducir los productos cárnicos. Además, os hemos contado muchas veces que se puede mantener una dieta sana, nutritiva (¡y muy rica!) reduciendo o eliminando los productos de origen animal.
Pero lo que no nos gusta tanto es que se utilicen argumentos falsos o incorrectos para vendernos cosas, y esas cosas incluyen un programa de televisión.
Porque el #SalvadosGranjas de ayer tenía un buen número de incorrecciones y argumentos, digamos, seleccionados para transmitir su mensaje y vender miedo. El nutricionista Miguel A. Lurueña ha analizado y comentado algunos de esos argumentos en su cuenta de Twitter.
Varias personas me han preguntado acerca del programa de ayer. Ahí va: #SalvadosGranjas
— Miguel A. Lurueña (@gominolasdpetro) 5 de febrero de 2018
Uno de ellos es el de los piensos hormonados. Aunque en el programa se aseguraba que se utilizaban para alimentar a los animales, esto no es así: la normativa europea prohíbe que se administren hormonas a los animales de ganado, y según un estudio de 2016, los resultados muestran que esa normativa se está cumpliendo.
El problema de los antibióticos en la ganadería
Otro de ellos fue el de los antibióticos. En el programa se dijo que la carne que comemos está llena de antibióticos, pero esto tampoco es verdad, aunque en este caso, el asunto es un poco más complejo.
Sí que existe un problema de sobremedicación del ganado con medicamentos antibióticos. Esto se hace para evitar enfermedades que puedan transmitirse de unos animales a otros, enfermándolos y con ello haciéndolos inviables para consumo humano. Pero el motivo de preocupación no es que la carne que comemos esté llena de antibióticos, porque no lo está. Según la UE, la presencia de residuos antibióticos en los alimentos que comemos es del 0,4%.
Con todo el respeto @jordievole, con una búsquedas en google se habría dado cuenta del problema real derivado del uso excesivo de antibióticos, la resistencia microbiana. La presencia de residuos de antibióticos en alimentos es menor al 0,4% en la UE. https://t.co/LFclr3pr8U pic.twitter.com/QCcyUTiL3J
— Gram Positivo (@gram_positivo) 5 de febrero de 2018
El problema es que esa es una de las vías por las que surgen las resistencias a los antibióticos, y eso sí que es una causa de preocupación para la salud de millones de personas en todo el mundo.
Las resistencias a antibióticos, una gran amenaza
Resulta que los antibióticos son unos preciados medicamentos que nos curan de forma rápida y eficaz de decenas de infecciones producidas por bacterias que a día de hoy matan mucho menos que antes, precisamente por los antibióticos.
Los antibióticos solo funcionan hasta un punto y si se utilizan bien, de forma controlada y siguiendo siempre las pautas que nos indican los médicos
Pero los antibióticos solo funcionan hasta un punto y si se utilizan bien, de forma controlada y siguiendo siempre las pautas que nos indican los médicos (o, en este caso, los veterinarios). Si esto no ocurre, las bacterias comienzan a desarrollar resistencias a estos medicamentos, y poco a poco nos vamos quedando sin armas contra ellas.
Aunque todavía existen medicamentos para la mayoría de las infecciones comunes, esto ya empieza a vislumbrarse como uno de los mayores problemas de salud pública al que tendremos que hacer frente en las próximas décadas, y por eso se están tomando medidas para atajarlos. Por un lado, se están impulsando vías de investigación que puedan dar pie a nuevos antibióticos más eficaces.
Por otro, se está intentando poner freno a las prácticas que favorecen la aparición y desarrollo de esas resistencias. Entre otras medidas, está la de aplicar controles a la cantidad de antibióticos que se administra a los animales en ganadería. De forma que sí, es preocupante que los animales que comemos estén excesivamente alimentados con antibióticos, pero no es por el motivo que Jordi Évole dio a entender ayer en su programa.
Imágenes | Salvados En Vitónica | Peligro: esto es lo que ocurre cuando abusamos de los antibióticos
