El ramen es un plato originario de Japón que desde hace casi 20 años se extiende a todo el mundo y se ha vuelto muy popular, a tal punto que existen hasta museos de ramen. Hoy analizamos los ingredientes y demás componentes de esta preparación y te contamos cómo escoger la opción más saludable.
Los ingredientes de un plato de ramen
El ramen es una especie de sopa de fideos con condimentos e ingredientes diversos que brindan sabor. Así, entre los componentes mayoritarios se encuentran los fideos de trigo de tipo chino a los cuales debe el nombre el plato, también llamados fideos soba.
Otro componente especial es el caldo que es el que brinda sabor al plato y que puede ser de carne, pescado, pollo o verduras varias. Así, algunos caldos que pueden protagonizar el ramen son:
- Tonkotsu 豚骨, con huesos de cerdo y consistencia gelatinosa, espesa.
- Shio 塩, es el caldo "de sal” y se elabora a base de huesos de pollo.
- Miso 味噌, a base de verduras o pollo pero incorpora pasta de miso o soja fermentada.
- Shoyu 醤油 en el que no falta la salsa de soja y normalmente se elabora con huesos de ave y verduras.
Un ingrediente que no falta en ningún plato de ramen y que se coloca en el fondo del plato antes de añadir el caldo es el tare タレuna especie de salsa espesa que suele elaborarse con salsa de soja, miso, sake o mirin, entre otros componentes.
Por supuesto, más allá de estos tres ingredientes básicos (que incluyen ya variedad de alimentos) al ramen se adicionan desde carnes, pescados y mariscos hasta verduras, setas, huevo o condimentos como curry, salsa de soja, pasta de ajo, pimienta y demás, dependiendo en gran medida de quien lo cocine y de la variedad del ramen que cambia de una región a otra.
El el ramen instantáneo que podemos obtener en el supermercado y simplemente calentar o cocinar en cinco minutos, el caldo viene deshidratado y concentra todos los ingredientes antes dichos, pero carece de agregados, pues sólo es fideos y caldo.
Los nutrientes del ramen
Debido a que se trata de una sopa de fideos chinos, el ramen es una gran fuente de agua y su energía deriva principalmente de los hidratos de carbono.
Dependiendo de los agregados puede haber más o menos proteínas y grasas, estas últimas con frecuencia son saturadas porque los caldos son muchas veces a base de carnes o huesos de aves y cerdo.
El aporte de fibra también variará dependiendo si se adicionan vegetales y algas a modo de topping, pero habitualmente no es elevado sino que más bien es un plato que no requiere mucha masticación y sacia debido a su contenido acuoso y sus proteínas (cuando las presenta).
Si se añade pescado graso podemos encontrar omega 3 en el plato, aunque no es un componente habitual ni predominante en el ramen tradicional.
Debido a la incorporación del tare タレel ramen es fuente de glutamato monosódico y también, es una preparación concentrada en sodio debido a la inclusión de salsa de soja en cantidades variables pero que no pasan desapercibidas.
También podemos encontrar potasio, vitamina C, vitaminas del grupo B y magnesio en un plato de ramen. Sus cantidades variarán de acuerdo a sus ingredientes.
¿Es el ramen saludable?
Sin pensarlo mucho podríamos decir que el ramen es una pasta más y por lo tanto, no tiene nada de malo. Sin embargo, en algunas poblaciones asiáticas su ingesta representa una de las principales fuentes de sodio.
El sodio o sal de este plato es el principal componente negativo, ya que en exceso se asocia a mayor riesgo cardiovascular, problemas renales, patologías óseas, e incluso, a obesidad y cáncer.
De hecho, hay estudios que asocian la prevalencia de restaurantes de ramen en Japón con la mortalidad por accidentes cerebrovasculares.
Por otro lado, los fideos que son otro ingrediente que abunda en un plato de ramen son fuente de harinas refinadas, tal es así que si sólo consideramos los componentes básicos el ramen no sería para nada aconsejable, pues no sacia en absoluto y aporta nutrientes de escasa calidad como es el caso del ramen instantáneo por ejemplo cuyo consumo en coreanos se ha vinculado a mayor incidencia de síndrome metabólico.
No obstante, dependiendo de los agregados puede ser más o menos efectivo para mantener el hambre a raya y su calidad nutricional puede mejorar. Por ejemplo, opciones más sanas pueden ser aquellas con mariscos, huevo, vegetales y hierbas frescas añadidas que no adicionan salsa de soja o ingredientes concentrados en sodio.
¿Y el ramen vegano?
Aunque no es la versión más frecuente, ya hay algunos restaurantes de ramen con platos veganos y en ellos podemos encontrar vegetales varios, miso y salsa de soja en el caldo junto a los clásicos fideos y algunos se coronan con algas, mientras que otros incorporan tofu por ejemplo.
Si bien las grasas saturadas se eliminarían y podemos encontrar un poco más de fibra, el contenido en sodio no varía considerablemente, por lo que aun el ramen vegano debe consumirse con moderación por su alta concentración en sal.
Las mejores opciones: las caseras
Aunque sin duda nunca obtendremos igual plato que el propio de un restaurante de ramen, como bien sabemos las comidas elaboradas fuera de casa son más calóricas, contienen más grasas, sal y azúcares que las que podemos crear con nuestras propias manos.
Por eso, las alternativas de ramen más saludables serían las caseras, en las cuales podemos reducir el sodio y también, adicionar ingredientes de calidad a modo de topping para obtener una preparación más saciante y nutritiva.
Por ejemplo, podríamos adicionar espinacas, algas, huevos, semillas, setas salteadas, camarones u otro pescado al plato tradicional elaborado a base de un caldo de verduras y así, obtener una receta mucho más saludable.
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