Para hidratarnos podemos acudir a variedad de bebidas como parte de la dieta diaria, así te contamos cómo afecta el agua con gas al organismo, y si es saludable o no su consumo.
Qué es el agua con gas
El agua con gas o aquel agua con variedad de burbujas en su interior debido a la adición de ácido carbónico, y también llamada agua carbonatada, no es una bebida popular en España pero si en muchos otros países.
Cómo su nombre lo indica es agua con gas o aire en su interior, contenido en múltiples y pequeñas burbujas que le proporcionan al mismo tiempo, un ligero sabor diferente al agua del grifo o sin gas.
Como todo agua, no aporta calorías al organismo y por lo tanto puede utilizarse perfectamente como una bebida habitual siempre y cuando sea bien tolerada.
El efecto del agua con gas en nuestro cuerpo
El agua con gas puede resultar perfecta para hidratarnos; sin embargo, debemos tener en cuenta que el aire que posee en su interior provoca una mayor distensión abdominal que el agua del grifo, favoreciendo así la saciedad y el control de la cantidad consumida y dificultando la posibilidad de beber grandes cantidades.
Así, es una bebida ideal para reemplazar refrescos u otras bebidas azucaradas y carbonatadas, ya que no aporta calorías y puede saciarnos fácilmente, ayudándonos por ejemplo a lograr un déficit calórico en caso de que busquemos perder peso.
Asimismo, el ácido carbónico presente en el agua con gas puede favorecer procesos digestivos al estimular la liberación de ácido gástrico en nuestro estómago.
No obstante, esto representa un arma de doble filo, ya que el agua con gas puede ser contraproducente en quienes tienen reflujo gastroesofágico o en quienes sufren flatulencia o meteorismo, ya que como dijimos, estamos incorporando además de agua burbujas de aire que pueden incrementar los gases en nuestro aparato digestivo.
Por otro lado, hay estudios que señalan que la ingesta de agua con gas puede reducir factores de riesgo cardiometabólico, y por lo tanto sería una bebida apta para todo tipo de personas, pero desaconsejable en quienes buscan reducir la flatulencia en su cuerpo, la hinchazón abdominal o bien, padecen hernia hiato, gastritis severa o reflujo gastroesofágico.
Es importante considerar que, a diferencia del agua del grifo, el agua con gas puede tener menos fluor en su interior y esto, sumado a una ligera acidez que posee el agua con gas puede volver a esta última en una opción menos recomendable para nuestros dientes y huesos, aunque no hay estudios que comprueben que el agua con gas puede perjudicar dichas estructuras corporales.
Claramente, no podemos afirmar que el agua con gas es saludable, sino que dependerá de cada persona y de la tolerancia individual a los componentes de esta bebida, pero puede perfectamente consumirse como alternativa al agua del grifo cada día.
En Vitónica | El agua con gas tiene beneficios
Imagen | Foto de portada: Nicole Wilcox y foto 1: Karim Ghantous