Se crea un decálogo sobre el uso de edulcorantes sin y bajos en calorías

Se crea un decálogo sobre el uso de edulcorantes sin y bajos en calorías
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Los edulcorantes siempre han sido objeto de estudio y hasta la actualidad, continúan siendo motivo de controversia, sobre todo, por las dudas que ocasiona la seguridad de su uso. Pero ahora, para aclarar un poco el panorama al respecto, contamos con un decálogo sobre el uso de edulcorantes sin y bajos en calorías que se ha creado el mes pasado.

Fruto del consenso y la reflexión de un grupo de expertos de diferentes disciplinas que participaron del Encuentro "Edulcorantes, Salud y Consumidor", se ha creado la Declaración de Chinchón, que no es otra cosa que un decálogo sobre el uso de edulcorantes bajos en calorías o sin aporte energético que consta de los siguientes puntos:

  1. Los edulcorantes han sido utilizados en todo el mundo durante más de un siglo de forma segura. En Europa hay autorizados diez de ellos: acesulfamo- K, aspartamo, ciclamato, sucralosa, sacarina, taumatina, neohesperidina DC, glicósidos de esteviol, neotamo y sal de acesulfamo y aspartamo. También están autorizados los polialcohóles sorbitol y xilitol.

    Como cualquier otro aditivo, en los etiquetados de los productos alimenticios debe figurar la declaración y descripción de su presencia como ingredientes.

  2. Todos los edulcorantes sin y bajos en calorías utilizados en la actualidad han sido sometidos a pruebas rigurosas de seguridad, pudiendo llevar su autorización cerca de 20 años.

    Igualmente, existe para cada edulcorante una Ingesta Diaria Admitida (IDA) que representa la cantidad de un aditivo autorizado que puede consumirse en la dieta diaria durante toda la vida sin ningún riesgo apreciable para la salud.

  3. La evidencia científica actual indica que no existe relación entre la ingesta de edulcorantes sin y bajos en calorías y la aparición de enfermedades no transmisibles. Por eso, su consumo en las cantidades indicadas no presenta riesgo para la salud a la luz de la evidencia científica actual.

  4. La evidencia científica indica que los edulcorantes no afectan los niveles de glucosa e insulina en el organismo, por lo tanto, resultan una herramienta de gran valor para el tratamiento dietético de la diabetes u obesidad.

  5. La investigación científica muestra que el consumo de alimentos y bebidas en los que se ha sustituido el azúcar por edulcorantes, junto con la práctica de actividad física y un estilo de vida saludable, puede jugar un papel significativo en la pérdida de peso y en el mantenimiento de un peso saludable, siendo por ello los edulcorantes un instrumento válido en la prevención del sobrepeso y la obesidad.

  6. No obstante, ante la incertidumbre que a veces se genera sobre la influencia del uso de edulcorantes en los hábitos alimentarios y de actividad física de las personas que los consumen, se hace necesario potenciar la educación nutricional y fomentar un estilo de vida saludable.

    En la infancia la utilización de este tipo de aditivos debe considerarse solo como un recurso alternativo cuando otras estrategias preventivas hayan fracasado, excepto en su uso en chicles para la prevención de la caries dental y en productos farmacéuticos.

  7. Además, los edulcorantes sin y bajos en calorías ayudan a prevenir la caries dental. En España, en apenas 20 años, los índices de caries dental a los 12 años se han reducido un 50% debido a factores como las medidas higiénicodietéticas, el flúor tópico y sistémico y la utilización de edulcorantes hipocalóricos no cariogénicos como el xilitol.

  8. Debe potenciarse la educación al consumidor acerca de estos productos de forma rigurosa, objetiva y basada en la mejor evidencia científica y los procesos regulatorios.

    Las administraciones responsables y sociedades científicas deberían difundir una información clara y objetiva sobre los edulcorantes y la industria alimentaria y farmacéutica debe compartir la información actualizada sobre el contenido en edulcorantes de sus productos, con fines informativos y de investigación.

  9. Debe priorizarse la formación de los profesionales de la salud, dentistas y farmacéuticos, para que se constituyan en agentes educativos sobre este tipo de productos. También debe contemplarse la formación de educadores y maestros de primaria y secundaria, así como del colectivo profesional en general relacionado con la dietética y la nutrición.

  10. Se pone de manifiesto la necesidad de potenciar la investigación sobre edulcorantes sin y bajos en calorías en España, incentivando la monitorización de los niveles de ingesta en distintos grupos poblacionales y facilitando el desarrollo de proyectos multidisciplinares al respecto.

Como podemos ver, esta declaración que se ha creado recientemente en Chinchón, Madrid, es de gran ayuda para esclarecer todo lo referido al uso de edulcorantes bajos en calorías o sin aporte energético.

Claramente tenemos que conocer los edulcorantes autorizados, así como también, considerar que hasta el momento su uso en la población no implica riesgos para la salud según revela la evidencia científica actual, sino que por el contrario, puede ayudar a controlar y prevenir enfermedades.

Por otro lado, es importante recordar de este decálogo sobre el uso de edulcorantes sin y bajos en calorías, que no es aconsejable su uso en niños, excepto mediante la ingesta de chicles o fármacos.

Más información en | Declaración de Chinchón Imagen | Ruth Flickr, Bookgrl y Abbyladybug

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