Ooho! Es el curioso nombre de este proyecto que busca sustituir las habituales botellas de plástico que usamos para almacenar y transportar el agua por una idea algo extraña: hacer que el envase sea comestible.
En lugar de una botella, el agua se almacena como burbujas de diferentes tamaños, que puedes directamente tragarte para beber. Una idea un tanto divergente, que promete reducir el coste de fabricación y mejorar el impacto medioambiental, puesto que este recipiente es completamente biodegradable.
En la web de Ooho! dan más información sobre esta original forma de consumir agua, que no se yo si será tan cómoda como nos la quieren vender, aunque bien es cierto que es muy inteligente buscar alternativas que sean más ecológicas al plástico, con el aliciente de que, además, sean más baratas.
Eso sí, por ahora andan en fase de pruebas, por lo que todavía queda tiempo para que podamos hincarle el diente a una de estas burbujitas.
Fuente y más información | En la web de Ooho!