Si la semana pasada os contábamos la forma correcta de regular la bicicleta de spinning para evitar lesiones y mejorar nuestro rendimiento, hoy continuamos con otra de las cosas más importantes en una clase: la colocación de las calas. Utilizar zapatillas automáticas en nuestra bici nos ayudará a sujetar bien el pie y a lograr un pedaleo más redondo, siempre y cuando se encuentren bien colocadas. Os contamos cómo hacerlo en unos sencillos pasos.
Los pedales de las bicicletas de spinning tienen dos caras diferenciadas: por un lado está el rastral, una pieza de plástico y ajustable con cintas a nuestro pie que nos sirve para sujetar el pie si no utilizamos calzado específico. Por el otro lado está el pedal automático, con una pieza de metal donde colocamos las calas.
Las zapatillas automáticas tienen la suela rígida para una mejor distribución de la fuerza. La suela de las zapatillas tiene dos ranuras en las que se sujetan las calas. Si os decidís a utilizarlas, cuando adquiráis las calas os encontraréis con esto (por partida doble, claro): la cala propiamente dicha, que es la pieza triangular, la sujección que se coloca por dentro de la zapatilla y bajo la plantilla, y los tornillos, que se colocan con una llave Allen.
¿Cómo se colocan las calas?
Es sencillo, y para la primera parte no tenemos que tener la bici delante. La idea es que el centro del eje del pedal debe estar en línea con la cabeza del primer metatarsiano (a la altura del juanete), por lo que haremos una marca en la suela de la zapatilla a esa altura. Colocamos los orificios de la pieza de sujección por dentro de la zapatilla, de modo que coincidan a la altura de la marca. Podemos utilizar el par de orificios superiores o inferiores, dependiendo de vuestro pie.
Colocamos la cala por fuera de la suela y apretamos los tornillos a la vez para que la cala quede alineada con nuestro tobillo y rodilla, siguiendo nuestra posición natural del pie al caminar recta, es decir, perpendicular a la punta de la zapatilla. Ahora sí necesitaremos estar cerca de la bicicleta para hacer los ajustes finales: nos subimos a la bici con las calas y comprobamos que las hemos centrado correctamente y que estamos cómodos pedaleando con ellas. Podemos llevarnos nuestra llave Allen a la clase y realizar pequeños ajustes hasta que demos con la medida perfecta.
Meter y sacar las zapatillas de los pedales
Un momento crítico para todos los que estrenan calas. Para colocar las calas en los pedales introducimos primero la parte delantera de la cala en el pedal, y luego pisamos con un golpe seco con la zona del talón. Tienes que escuchar un "clac" que indique que la cala está bien anclada. Si eres novato, primero regula la bici, siéntate en el sillín y después mete las calas una por una.
Para sacar las calas simplemente tendremos que girar el talón hacia fuera para que se desenganchen. Algo que es habitual es que la cala no salga por mucho que nos empeñemos: generalmente suele ser porque hemos apretado los tornillos demasiado al fijarlas. Pide ayuda al monitor y, en caso de desesperación lo mejor es sacar el pie de la zapatilla y sacar la zapa del pedal con la mano. Para la próxima, afloja un poco los tornillos y listo.
Es aconsejable practicar un poco el primer día metiendo y sacando un par de veces las calas del pedal para asegurarnos de que sabemos hacerlo bien.
¡Ya sólo queda ponerse a pedalear!
Imagen | Thinkstock
En Vitónica | Spinning: ¿compro un pulsómetro o unas calas?
En Vitónica | ¿Por qué no debes hacer spinning en una bici estática tradicional?
Ver 6 comentarios