Por costumbre, siempre asociamos el momento de darse una ducha caliente con un paréntesis diario de calidez y relajación. Sin embargo, lo que muchos ignoramos es que desde la antigüedad las duchas de agua fría han sido utilizadas como tratamiento natural de salud y bienestar.
Posibles efectos sobre la salud, sobre nuestro estado de ánimo e, incluso, sobre nuestra vida sexual. ¿Realmente existen estos beneficios o es todo un mito? Hoy en Vitónica analizamos las duchas de agua fría y qué efectos tienen en la salud.
Los baños fríos desde la antigüedad
Desde la época de los mismísimos espartanos, las duchas de agua fría se consideraban como apunte de fortaleza y vigorosidad frente a aquellas sociedades que demostraban su debilidad, como los grupos atenienses, utilizando sistemas de calentamiento de agua para sus baños ocasionales.
Hoy en día todavía algunas culturas, como la de los japoneses Shinto, siguen estando arraigadas a la antigua práctica de baños fríos como parte de sus rituales religiosos y de purificación. Incluso actualmente seguimos siendo testigos de la tradición de algunos países, como Rusia o Finlandia, en los que siguen llevándose a cabo populares baños invernales en las gélidas aguas del país.
¿Recordáis el caso de El Hombre de Hielo?
El Hombre de Hielo, autor de "El Método Wim Hof"
Oxigenación del cuerpo: mejora de la circulación sanguínea y de la inflamción
El Dr. K.P. Buteyko, médico y autor del legendario Método de Respiración Buteyk (aprobado por el Ministerio de Salud de Rusia para el tratamiento del asma y enfermedad cardíaca), fue el encargado de demostrar cómo las duchas de agua fría eran responsables del aumento de la oxigenación corporal y del aprendizaje respiratorio.
La redistribución de la sangre ante una ducha de agua fría favorece el flujo hacia tejidos y órganos
Ante una ducha con agua fría, nuestro corazón responde con un aumento en el ritmo de latidos que se traduce en un mayor estímulo muscular y un envío más eficiente de sangre hasta nuestros órganos. Es decir, mientras que una ducha caliente convencional intensifica el torrente sanguíneo hasta la superficie de la piel, el estímulo frío de contracción de las venas cercanas a las superficie favorece el riego interior hacia arterias, arteriolas y capilares.
Por este motivo, uno de los motivos de los tradicionales baños de alternancia frío-calor, es precisamente la búsqueda de una mejora del sistema circulatorio y de determinados procesos inflamatorios.
Regulación térmica y activación de la grasa parda: estimulación de la pérdida de peso
Las duchas regulares de agua fría disminuyen la pérdida de calor dando lugar a una bajada de la temperatura corporal. Este incremento de la tasa metabólica genera una activación de la grasa parda para compensar la diferencia térmica y restablecer la temperatura corporal a través de las mitocondrias y sin necesidad de actividad física.
Por este motivo la práctica habitual de duchas de agua fría se ve directamente asociada con una quema de calorías, para conseguir generar el calor necesario, estimulando así la pérdida de peso.
Movimiento linfático y desintoxicación corporal: mejora del sistema inmune
El sistema linfático es responsable de transportar deshechos y combatir patógenos contra procesos infecciosos
Como hemos comentado con anterioridad, las duchas de agua fría provocan una contracción corporal que hacen que nuestro líquido linfático se expanda correctamente por todo el cuerpo, algo fundamental ya que si se concentrara o acumulase en ciertas partes del cuerpo (mayormente en las extremidades) podría acarrearnos serios problemas.
Las investigaciones concluyen que las duchas de agua fría actúan beneficiosamente reconstituyendo nuestro organismo, inhibiendo el metabolismo de purinas y fomentando la predisposición del sistema inmunológico, a través de los glóbulos blancos, contra posibles virus y procesos infecciosos.
Beneficios psicológicos: aumento de energía y tolerancia al estrés
Cuando nos damos una ducha con agua fría nuestras terminaciones nerviosas se activan, alterando nuestro ritmo cardiaco y respiratorio: se produce un inminente aumento de energía. Se ha comprobado que esta potente estimulación activa la secreción de noradrenalina en el cerebro, la cual está relacionada con mejoras de humor y e los niveles de estrés, ansiedad y depresión.
Esta eliminación de componentes químicos al cerebro se asocia no solo con beneficios psicológicos, sino con una sensación de bienestar y, según los estudios, con una mejora de la calidad del sueño.
Beneficios sexuales: testosterona y fertilidad
¿Habéis oído algunas vez el dicho de: "el calor mata al esperma"? Pues no sabemos hasta qué punto es esto cierto, pero la realidad es que las duchas de agua fría se relacionan con ciertos beneficios y ventajas sexuales.
Sustituir el agua caliente de nuestro baño por el agua fría puede ser un buen aliado para aquellas personas que padecen problemas de fertilidad ya que, se cree, que este mecanismo puede ayudar a incrementar los niveles de testosterona aumentando la cantidad y calidad del esperma.
Vídeo resumen beneficios duchas frías: ¡Salgamos de nuestra zona de confort!
Consejos: todo con calma y en su proporción
Las duchas de agua fría están relacionadas con un montón de beneficios saludables, tanto físicos como mentales, pero es importante hacer las cosas con cordura y en su justa proporción
Es importante tener en cuenta si se cuenta con alguna afección para la cual no sea propicia este tipo de práctica (por ejemplo enfermedades del corazón) ya que, como hemos visto, puede provocar ciertas alteraciones.
Sino es así, comenzar las duchas de agua fría con precaución. Lo ideal es ir acostumbrando al cuerpo, poco a poco, al cambio de temperatura al que le vamos a someter y, para ello, podemos comenzar la ducha con agua tibia que iremos regulando y enfriando de modo gradual.
Igualmente, hay que tener precaución con el tiempo que destinamos a la ducha de agua fría. Lo recomendable es que sean exposiciones de intervalos cortos de tiempo procurando no sobrepasar los 10-15 minutos.
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Fuentes bibliográficas consultadas:
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8.- ncbi | Effect of Cooling on Muscular Health Prior to Running a Marathon |MT Liang et al | J Am Osteopath Assoc 101 (4), 219-225. 4 2001
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