Pocos sospechábamos al levantarnos esta mañana que el tema del que pasaríamos el día hablando son las cremas antiedad, pero la actualidad a veces te pilla por sorpresa y la filtración de un vídeo grabado en 2011 por la cámara de seguridad de un supermercado en el que se ve a Cristina Cifuentes, por entonces número dos del PP en la Asamblea de Madrid y hasta hace pocos minutos presidenta de la Comunidad, intentando llevarse sin pagar dos botes de este producto cosmético está marcando la conversación del día.
#EXCLUSIVA Cristina Cifuentes robó en un híper en 2011 siendo la nº 2 de la Asamblea de Madrid: éste es el vídeo https://t.co/6lu7KNu9OH
— OKDIARIO (@okdiario) 25 de abril de 2018
Como en Vitónica os queremos mantener siempre informados de todo aquello que tiene que ver con el cuidado de vuestro cuerpo, no queremos dejar pasar la ocasión de contaros qué son estas cremas y cuál es su verdadero efecto según evidencias científicas para que, mientras la polémica se aclara, al menos esta parte de la noticia no os pille en la inopia.
Cremas antiedad: qué llevan y cómo funcionan
Tal y como explica la química y divulgadora Deborah García, la cosmética antiedad trata de resolver varios procesos naturales que ocurren en la piel con el paso del tiempo: las arrugas, las manchas, la falta de luminosidad y la pérdida de elasticidad. Distintos ingredientes actúan sobre cada uno de estos procesos para ayudar a ralentizarlos o revertirlos.
Un ejemplo son los hidroxiácidos, como el ácido salicílico o el láctico, entre otros. Estos componentes hacen de exfoliantes, ayudando a que la las células muertas de la piel se desprendan más fácilmente. A cambio, dejan a la piel más expuesta y sensible a los rayos solares, y por eso se emplea principalmente en cremas de noche o con un alto factor de protector solar.
El ácido hialurónico es otra molécula común, muy apreciada por su gran poder hidratante. Puede presentarse de dos formas diferentes. Una de ellas es en forma de grandes moléculas que no se absorben, sino que forman una película sobre la piel que retiene el agua para que no se pierda, y otra es en moléculas pequeñas, que sí se absorben y es dentro de la piel donde retienen el agua para iluminar la piel y rellenar las arrugas. Sobre todo este segundo tipo de ácido hialurónico es muy apreciado y por eso se encuentra en cremas de gama alta.
El retinol, derivado de la vitamina A, es según García el componente más prometedor de las cremas antiedad: por un lado, facilita la liberación de las células muertas y disminuye la acción de la melanina para que no aparezcan manchas; por otro, promueve que la piel genere más colágeno y que cicatrice mejor. Como resultado, actúa contra todas esas señales de la edad: las arrugas, las manchas, los poros abiertos, la pérdida de elasticidad...
También son ingredientes habituales los derivados de la vitamina C y la vitamina E, que actúan como antioxidantes contra la formación de radicales libres. Según las diferentes versiones (vitamina C, tocoferol, coenzima Q10 o vitamina B3) estimulan la producción de colágeno e impiden que se destruya, dificultan que se formen manchas en la piel y en general la calman y protegen tras la exposición al sol.
Que no falte el filtro solar
La luz del sol es sin duda el elemento más agresivo al que se enfrenta nuestra piel cada día, no solo en verano. Es su acción la que termina dando a nuestra piel un aspecto envejecido, y por eso un filtro solar es en realidad el producto cosmético más eficaz contra la edad.
La mayoría de las cremas, ya sean antiedad o no, incluyen ya cierto nivel de protección solar, pero muchas veces es recomendable aplicar, además, un filtro solar potente como parte de la rutina diaria del cuidado de la piel.
La crema de Cifuentes
En el caso de Cristina Cifuentes, no ha sido difícil identificar la crema en concreto que aparece en el vídeo: se llama Olay Regenerist crema anti-edad intensiva 3 áreas y puede comprarse por unos 26 euros.
Entre sus ingredientes se encuentran algunos de los mencionados por García como actores eficaces contra el envejecimiento: niacidamina (vitamina B3), pantenol (vitamina B5), ácido hialurónico, ácido cítrico...
Hay que distinguir la ciencia de la publicidad
¿Funciona? Sus ingredientes apuntan a que sí, aunque como siempre ocurre en los productos cosméticos, su eficacia habría que enmarcarla en un sano escepticismo respecto a lo que promete su publicidad. En este artículo de la Organización de Consumidores y Ususarios, los productos antiedad de Olay aparecen recogidos, junto a otros, para señalar los trucos publicitarios de la industria cosmética.
El uso de términos que parecen científicos pero no lo son, la colocación de asteriscos y letras pequeñas que no aclaran nada y solo sirven para lavarse las manos ante posibles quejas y el uso de términos subjetivos como "apariencia" o "aspecto" son solo algunas de las técnicas publicitarias que pueden llevarnos a engaño a la hora de elegir unos productos cosméticos sobre otros.
¿Quiere esto decir que la cosmética es un engaño? Ni mucho menos. Detrás de la mayoría de los productos cosméticos hay mucha ciencia, sobre todo mucha química, que nos ayuda a cuidar nuestro aspecto, desde el maquillaje más sofisticado a los jabones más sencillos. Simplemente hay que tener claro qué efectos tiene cada ingrediente, cómo nos lo quieren vender y qué parte de esas afirmaciones está demostrada científicamente.
En Vitónica | Guía para comprar la crema solar adecuada