El método Montignac. Análisis de dietas milagro (VI)

El método Montignac. Análisis de dietas milagro (VI)
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Hoy la dieta Montignac se ha quedado sin padre, su creador ha fallecido pero ha dejado tras de sí más que una dieta un método de alimentación diferente, que se lleva aplicando y estudiando desde hace años y que a unos les ha dado muy buenos resultados y a otros nos sigue pareciendo una dieta con demasiado impacto y desconocimiento para la salud.

¿En qué consiste el método Montignac

De manera resumida el método Montignac consiste en elegir alimentos según su especificidad metabólica fijándonos en su índice glucémica (IG) en el caso de los hidratos, en el tipo de ácidos grasos de las grasas y también en el origen de las proteínas. La elección de alimentos con índice glucémico bajo va a permitir que la respuesta insulínica tras la comida sea baja y no se almacenen nutrientes en los depósitos, algo que en cierto modo tiene su lógica pero que puede traer consecuencias negativas.

No es en sí una dieta disociada como la mayor parte de la gente cree, se pueden mezclar hidratos, grasas y proteínas en la misma comida, pero siempre con el cuidado de elegir cada tipo de alimento: hidratos con índice glucémico bajo, grasas con ácidos grasos poliinsaturados y evitando los saturados y proteínas de origen animal y vegetal.

El método tiene dos fases, una primera más estricta en la que se ingieren sólo hidratos con un índice glucémico bajo (<35). Fase en la que se pretende bajar el peso sobrante a fuerza de no almacenar nutrientes y quemar los ya existentes en los depósitos. Una vez reducido el peso viene la fase de mantenimiento, donde se es menos estricto con los alimentos de índice glucémico mayor.

Errores del Método Montignac

Como toda dieta o método general se cae en el error de no poder personalizar la dieta, ni en cantidad, ni en calidad, ni en idiosincrasia del paciente en cuestión. En los deportistas esta dieta significaría no poder rendir demasiado, ya que hay que tener en cuenta que apenas se produce un llenado de los depósitos de energía, sólo el vaciado, lo que en cierto modo puede generar en las personas que sigan esta dieta una sensación de fatiga crónica, sobre todo si la actividad diaria es intensa.

No se piensa en cuestiones como que el índice glucémico de los alimentos no lo es todo. Por ejemplo, en el método se desaconsejan alimentos como el pan al estar hecho de harina refinada, pero si ese pan es integral, con fibra, el índice glucémico real del ese pan no será tan elevado, más cuando en la misma comida ingerimos varios alimentos. No se tiene en cuenta por tanto esa globalidad de la comida, sólo la especificidad metabólica de los alimentos.

En la primera fase el objetivo es reducir la respuesta de la insulina, pero recordemos que esta hormona es anabólica, también va a ser beneficiosa en el sentido de que nos va a permitir reponer energía y estructuras del cuerpo. No todo puede ser catabolismo hasta que perdamos el peso deseado, esto mermará la capacidad funcional del cuerpo.

Y otra cuestión importante es el temido efecto rebote, si en un periodo de tiempo más o menos elevado sólo damos alimentos de bajo índice glucémico al organismo, cuando volvamos a la normalidad ( y recordemos que siempre se vuelve a la normalidad, nadie mantiene una dieta para siempre) el cuerpo va a guardar más reservas todavía porque ha notado una época de vacas flacas. O lo que es peor, el normal funcionamiento de la insulina se puede ver afectado.

Aunque es un método menos agresivo que otro tipo de dietas, el restringir alimentos no es la opción más acertada. Montignac siempre criticó que las dietas hipocalóricas no funcionaban, pero la idea no es adelgazar con una dieta hipocalórica, sino con un cambio de hábitos nutricionales que nos permitan hacer cierta “restricción” calórica y que con un buen plan de ejercicio se complemente la pérdida de peso.

En Vitónica | Análisis de dietas milagro (V): Dieta del grupo sanguíneo
Más información | Montignac
Imágen | Cajie

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