La vida actual con frecuencia nos empuja hacia la comida rápida, ya que el tiempo no nos alcanza para cocinar en casa o ni siquiera podemos llegar a nuestro hogar para comer en familia.
Si bien la comida rápida es desaconsejable por ser rica en grasas saturadas y azúcares simples, existen algunas alternativas de comida fácil de preparar o que podemos conseguir en locales comerciales que son más saludables y menos calóricas.
Al momento de comer un sándwich:
- Opta por aquellos conformados por pan integral o con semillas, ya que ésto aportará fibra que reduce el impacto sobre la glucemia y disminuye la proporción de grasa absorbida, al mismo tiempo que da mayor saciedad.
- En el interior de los sándwiches, elige pollo o bife de carne vacuna, ya que si escoges milanesa, seguramente sumarás las calorías y el aceite de una fritura. Los mismo ocurre con las hamburguesas o fiambres que por sí solos contienen altos niveles de grasa en su interior.
- Prefiere aquellos sándwiches que contienen verduras en cantidad, evita los aderezos grasos y elige aquellos sin huevo frito, sin patatas fritas, sin bacon o panceta y sin fiambres adicionales. Pues, puedes reducir unas cuantas calorías al escoger un sándwich de pollo, con queso, lechuga y tomate aderezado a base de yogur natural, por ejemplo.
Si prefieres una pizza:
- Elige aquella con menor cantidad de agregados por encima de la muzzarela y opta por las variedades ricas en verduras como berenjena, rúcula, albahaca, tomate u otros.
- Evita aquellas cargadas de fiambres y embutidos más algunos aderezos ricos en grasas como salsa golf.
Preparaciones al plato:
- En muchas comercios de comida rápida o en la cocina de tu casa, puedes elegir preparaciones como ensaladas completas, ricas en vegetales y grasas de buena calidad provenientes de aceite de oliva, aceitunas, aguacate o atún.
- Puedes elegir una porción de carne magra a la plancha, la parrilla o grillada. El acompañamiento ideal serían unas sabrosas verduras al vapor o un mix de vegetales verdes o de diversos colores en ensaladas.
Las bebidas:
- Aléjate de los refrescos y gaseosas ricas en azúcares simples y en su preemplazo te aconsejo agua mineral, o gaseosas sin azúcar agregada que, además, te ayudarán a calmar más rápidamente el apetito.
Los postres:
- Escoge aquellos a base de frutas, leche desnatada o yogur. Si te apetece un helado opta por los de agua y evita aquellas preparaciones cremosas y muy dulces que son el engaño prefecto para incrementar el consumo de grasas y azúcares al mismo tiempo.
A pesar de que siempre es recomendable consumir de forma ocasional comida rápida o elaborada fuera de tu casa, al momento de no tener otra opción, pues debes recordar estos consejos que te ayudarán a no agregar calorías innecesarias a tu dieta.
Recuerda que siempre es mejor y más saludable comer en casa, comida casera y baja en grasas, con pocos azúcares y sin calorías vacías.
Debemos recuperar los buenos hábitos alimenticios para ganar en salud y prevenir enfermedades, por eso, no olvides reducir las calorías cuando la comida rápida sea la única posibilidad para un día laboral agitado.
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