El modelo de alimentación vegetariana ha sufrido un auge enorme en los últimos años, debido principalmente a una mayor concienciación de los consumidores sobre cuestiones éticas y medioambientales, aunque también saludables.
Si nos referimos al veganismo —que recordemos, es mucho más que una forma de alimentarse—, está claro que tanto el mercado como la industria alimentaria han tenido que adaptarse a las nuevas demandas de los consumidores.
Esto ha provocado que, entre muchas otras cosas, aparezcan opciones veganas de comida rápida, conocida coloquialmente también como 'comida basura'. Por ello, en el post de hoy te contamos si realmente la comida rápida vegana es más saludable que aquella que contiene materias primas de origen animal, y analizamos algunos casos concretos.
Hamburguesas veganas
Si hablamos de hamburguesas veganas, no podemos obviar el reciente lanzamiento de la 'Next Level Burguer' por parte de la cadena de supermercados Lidl.
Este nuevo producto vegano que simula a una hamburguesa cárnica tradicional ha vuelto a avivar la llama de la polémica en lo que a terminología y legislación alimentaria se refiere. De hecho, para muchos usuarios de redes sociales, utilizar la denominación popular de 'hamburguesa vegetal' hacia un producto que no tiene carne en su composición es un auténtico despropósito— recordemos que la legislación española no permite esta mención—. Este asunto, por supuesto, abre un gran debate en torno a la nomenclatura que deberían utilizar los productos veganos.
Pero centrémonos en la propia hamburguesa 'Next Level Burguer'. En relación a los ingredientes, vemos que esta hamburguesa presenta un perfil más saludable que otros productos similares que han ido saliendo a la venta durante los últimos años.
Su base de champiñones, así como proteínas de soja, trigo y guisante, hace que este producto pueda considerarse como una opción saludable a la hora de recurrir a una comida que conlleva un menor tiempo de elaboración culinaria, y que además contiene una cantidad de proteínas bastante decente.
Tortilla de patatas vegana
Quizá el término 'tortilla de patatas' no sea lo primero que se te viene a la mente cuando hablamos de comida rápida. Sin embargo, los productos que emulan algunas preparaciones clásicas en versión vegana han cobrado bastante protagonismo en los últimos años dentro de los lineales del supermercado.
Concretamente, las tortillas de patatas veganas son uno de los productos que mayor controversia generan dentro de este grupo de alimentos, donde habitualmente predominan las legumbres como fuente proteica, siendo referentes las lentejas en el caso de las hamburguesas vegetales, y los garbanzos si nos enfocamos al ámbito tortillil.
Además, en el caso de la tortilla de patatas no solamente estamos hablando de cuestiones organolépticas en lo relativo a la aceptabilidad del producto por parte del consumidor, sino que también existe un problema tecnológico adicional que merece especial atención: la ausencia de huevo.
Sin huevos no hay paraíso (o al menos está más difícil)
El huevo es un alimento que posee multitud de propiedades tecnológicas que le otorgan distintas aplicaciones en la cocina, como por ejemplo en la elaboración de masas para postres, repostería, o incluso en preparaciones tan épicas como la tortilla de patatas.
Entre muchas otras cualidades, el huevo tiene propiedades aglutinantes, es decir, que mantiene unidos todos los componentes de la tortilla. Por ello, al prescindir del huevo en una tortilla vegana, el principal problema consiste es garantizar que la estructura de la preparación se mantenga estable y no se destroce al mínimo contacto.
Para cumplir con tal fin, se utilizan estabilizantes como la goma xantana que también hace las veces de espesante y emulsionante cuando se añade como aditivo en otros alimentos preparados.
Untapanes, rebozados y loncheados: los que no
Generalmente, podríamos catalogar este grupo de productos como aquellos que poseen una peor calidad nutricional dentro del catálogo de preparaciones veganas que ofrecen los supermercados.
Los loncheados y rebozados que simulan derivados cárnicos como por ejemplo embutidos, albóndigas o salchichas, poseen una calidad nutricional de ingredientes bastante pobre. Sus materias primas predominantes son aceites y harinas refinadas, así como almidones y aditivos como los espesantes, que a pesar de no ser problemáticos para la salud en sí mismos, lo cierto es que no aportan nutrientes demasiado interesantes.
En cuanto a los 'untapanes', este grupo de alimentos ha sido elaborado a base de aceites refinados y escasas cantidades de raíces y vegetales que únicamente sirven para conferir algo de color y sabor. Sin embargo, existen algunas opciones saludables entre ellos. Basta con buscar aquellos untapanes que poseen como primer ingrediente verduras y hortalizas, como es el caso de esta crema untable a base de escalivada cuyos ingredientes te mostramos a continuación.
Como recomendación final, y si te gusta consumir este tipo de productos para untar, te aconsejamos recurrir a preparaciones como el hummus y el guacamole. Puedes encontrar distintas opciones saludables en el supermercado, pero también puedes animarte a prepararlos de forma sencilla en casa a través de alguna de nuestras recetas.
Vegano no tiene por qué ser sinónimo de saludable
Como ya hemos visto, que un alimento carezca de materias primas de origen animal no lo convierte automáticamente en un producto saludable. Existen ingredientes de origen vegetal que también pueden ser perjudiciales para la salud consumidos de forma prolongada —el ejemplo más sencillo lo tenemos en el azúcar—.
Si dejamos a un lado los ultraprocesados, lo cierto es que, generalmente, una dieta vegetariana o vegana podría considerarse más saludable que una alimentación estándar, solamente por el mero hecho de estar basada en grandes cantidades de hortalizas, frutas y verduras.
Pero claro, estaríamos comparando la alimentación vegana con la dieta más habitual entre la población, donde actualmente predominan los ultraprocesados y escasean las materias primas de calidad. Esto hace que, si una alimentación omnívora está bien planteada, no tenga nada que envidiar a un modelo vegetariano o vegano a nivel saludable.
En definitiva, la cuestión no reside en comparar si la alimentación vegana es mejor o peor que una omnívora, ya que ambas opciones bien planificadas pueden ser perfectamente compatibles con la salud. Debemos romper con esos mitos que catalogan el veganismo como un estilo de vida perjudicial para la salud, algo que la ciencia ha desmentido completamente.
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