La dieta paleo es una alternativa muy usada para mejorar la salud y perder peso evitando la ingesta de procesados y ultraprocesados al intentar imitar la alimentación que llevaban nuestros antepasados. En la dieta paleolítica no se permiten lácteos, por eso, te contamos cómo reemplazar los mismos para garantizar la ingesta de calcio.
Las mejores fuentes de calcio para una dieta paleo
En la dieta paleo o paleolítica como dijimos no se admite la leche ni otros láteos, como así tampoco podemos acudir a granos enteros, legumbres y derivados.
Afortunadamente, se permiten pescados grasos y mariscos que pueden ofrecernos calcio como es el caso de las sardinas, las gambas y cígala sobre todo, y también frutos secos y semillas se admiten en la dieta paleo.
Semillas de sésamo especialmente y de amapola son fuentes concentradas de calcio que podemos usar en la dieta paleolítica, al igual que frutos secos como las almendras o avellanas que concentran este mineral en su interior.
El queso para untar podemos así, reemplazarlo por crema de almendras o de otros frutos secos elaborado en casa, mientras que la leche no tiene reemplazo rico en calcio pero podemos emplear leche de coco sin azúcar añadido y enriquecer la misma por almendras o avellanas pulverizadas.
Por otro lado, algunas hierbas desecadas como el tomillo o el orégano pueden ser buenas fuetnes de calcio en la dieta paleo, al igual que verduras de hoja verde o coles como el kale o repollo crespo.
Con estos ingredientes en la dieta paleo podemos cubrir la cuota de calcio sin acudir a los lácteos.
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