Es frecuente recibir consejos sobre alimentación cuando el niño presenta cierto grado de sobrepeso, sin embargo, aun quedan muchos niños que presentan resistencia al momento de comer, comen muy poco y de mala calidad, lo cual puede ser motivo de preocupación ya que puede afectar el crecimiento y desarrollo normal del pequeño.
Por eso, una vez descartada todo tipo de patología que el niño pueda presentar y que cause inapetencia o anorexia (falta de hambre), nosotros colaboramos con algunos consejos para aplicar si el niño no quiere comer o es un "comedor rebelde" es decir, que coloca varias barreras para alimentarse de forma saludable.
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La solución no es más comida: si al niño lo obligamos a comer más, nunca lograremos hábitos alimenticios sanos, pues cuando crezca comerá super porciones que pueden llevarlo al exceso de peso, entonces, lo mejor es enriquecer comidas con alimentos calóricos pero sanos, por ejemplo, frutas secas trituradas o en polvo, aguacate, aceite de oliva, semillas, frutas desecadas, aceitunas, huevo o queso.
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Fraccionar la alimentación: con frecuencia estos niños no toleran bien grandes volúmenes de comida, por ello si incrementamos la cantidad de comidas del día, podemos ofrecer poca cantidad de alimentos en cada una que a lo largo del día representen suficientes calorías y nutrientes para el niño.
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No obligar y ser flexible: obligar al niño a comer puede culminar en discusiones que por supuesto, no logran que el niño coma. Lo mejor en estos casos es ser flexible, respetar los tiempos del niño y dar el ejemplo comiendo en familia. Así, el niño comerá cuando sea la "hora de comer" y lo hará a su modo, es decir, si quiere comer primero el puré y después carne, respetemos su elección, ya que tarde o temprano todo irá a su estómago.
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Limite las comidas fuera de hora: muchas veces ante la desesperación de que el niño no come, nosotros permitimos que tomen bollos, dulces y comidas poco saludables entre horas, y este picoteo acaba llenando el estómago de los pequeños de alimentos poco nutritivos.
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Aproveche las calorías líquidas: los líquidos llenan menos que los sólidos y si bien no será recomendable darle refrescos que sólo ofrecen azúcar, si podemos emplear batidos de frutas con frutas secas y yogur, leche con fresas y zumos de frutas que ofrecen calorías, vitaminas y minerales sin saciar por completo al niño.
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Crear un ambiente favorable para comer: en un ambiente de discusiones, rodeado de tensiones y gritos, es normal que el niño se niegue a comer, por eso, si por el contrario, conversamos con él, hablamos de la comida y hasta jugamos un poco, podemos lograr mejores resultados. Incluso, involucrar al niño en la preparación de algunos platos suele ser de gran ayuda.
Estos consejos pueden ser de gran ayuda para aquellos padres que se encuentran preocupados por que su niño no come o porque es un comedor rebelde que ofrece múltiples resistencias. Por supuesto, lo principal es no enloquecer, tener paciencia y descartar cualquier tipo de enfermedad o problema de salud que pudiera causar anorexia en el pequeño.
Si el niño está sano, pero requiere comer mejor, puede emplear estos consejos sin olvidar que hay momentos en la vida de los pequeños en donde negándose a comer, adquieren mucha más atención de los adultos del hogar que si comen sin resistencias ni quejas.
En Vitónica | Niños malcomedores En Vitónica | Trucos para ganar peso saludablemente Imagen | Ali Edwards
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5 comentarios
c4ligula
No tengo hijos y creo que me falta bastante para tener, (tengo 18 años) pero he encontrado este artículo realmente completo e interesante con consejos que no se suelen oír por la tele ni leer en revistajas (almenos que yo tenga constancia) y bien argumentados. ¡Buen trabajo!
anabass
A mí de pequeña me daban jarabe para abrir el apetito... ¡y vaya si lo abría! Pero bueno, es importante no obsesionarse, cuidar mucho la presentación y no presionarle ni mostrarse atento a lo que come y deja de comer. Mi secuela de la infancia es que no soporto que me vean comer, que la gente observe lo que como y, sobre todo, que hagan algún comentario sobre si no cojo más, si no he probado esto, si es que no me gusta aquello... ufff. Es lo que pasa cuando se tiene una madre obsesionada con que comas. Y ahora me tengo que quitar la comida porque me lo comería todo XD Paradojas de la vida. Los gustos cambian, no hay que agobiar.
Por eso mi consejo es ese, dejadles tranquilos (que ellos lo crean al menos) para que se sientan libres y tranquilos a la hora de comer y no el centro de atención.