Ya hemos dicho que el estrés puede hacernos engordar y un reciente estudio que nos habla específicamente del estrés laboral, nos muestra su impacto sobre nuestros hábitos de vida, lo cual puede afectar tanto nuestra dieta como nuestro nivel de actividad física.
Entre los cambios que se producen en nuestros hábitos cuando padecemos estrés laboral encontramos:
- Mayor consumo de comida rápida y menor tiempo dedicado a cocinar y comer en casa.
- Menos horas de actividad física.
- Mayor frecuencia de consumo de alimentos con distractores o mientras se realiza otra tarea, por ejemplo: comer galletas mientras trabajamos frente al ordenador.
- Menor ingesta de agua.
- Mayor frecuencia de comidas a deshoras.
- Menor ingesta de alimentos ricos en fibra.
Todos estos cambios sumados a los efectos sobre nuestro cuerpo del estrés propiamente dicho, generan mayor incidencia de estreñimiento, malestares digestivos, mayores posibilidades de aumentar de peso, entre otros.
Para paliar situaciones estresantes lo mejor es procurar comer más en casa, consumir preparaciones simples con alimentos ricos en fibra e intentar relajarse y después comer para no promover una digestión alterada.
En el último tiempo a causa de la crisis el 58% de los trabajadores españoles afirman haber sufrido un incremento en su nivel de estrés laboral, por ello, debemos enfrentar estas situaciones y minimizar sus efectos sobre nuestros hábitos, pues tarde o temprano las consecuencias suman estrés al afectar la salud del organismo.
Si podemos reducir el estrés mucho mejor, pero no olvidemos que muchos hábitos como la actividad física regular ayudan a liberarnos del estrés y si la dejamos fuera de nuestra vida, lejos de reducir los factores estresantes, incrementamos los mismos sobre nuestro cuerpo.
Vía | 20minutos Imagen | Bhernandez
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