Para cocinar más sano no es necesario implementar nuevas recetas ni producir grandes cambios en la elaboración de los platos, sino que algunos sencillos trucos pueden ayudarnos a reducir la grasa de la comida y con ésta, disminuir el aporte calórico de la misma.
Por eso, el puré es mejor sin mantequilla, pues son sólo reemplazar esta fuente de grasas saturadas por caldo de verduras o pollo, por leche desnatada o por yogur natural y hierbas frescas, podemos ahorrar gran cantidad de calorías derivadas de las grasas en el puré.
Un sabroso puré de patatas puede ser mucho más sano y liviano si la nata o la mantequilla la sustituimos por caldo, leche desnatada, yogur natural o queso de untar magro. Asimismo, podemos aligerar el puré usando el líquido de cocción de las patatas y muchas hierbas aromáticas en reemplazo de la mantequilla. Por último, si nos falta el toque de un cuerpo graso, podemos adicionar unas gotas de aceite de oliva que ofrece grasas más saludables que la mantequilla.
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