En los intentos de acercarnos a la comida casera y de facilitar la tarea de cocinar en casa, muchos electrodomésticos han resurgido en la cocina; entre ellos la freidora de aire y el microondas. Te contamos cuál emplear para comer más sano.
Freidora de aire o sin aceite
La freidora de aire conocida también como air fryer o freidora sin aceite, es un electrodoméstico reciente que permite lograr iguales resultados que una fritura en la cuál el alimento se sumerge en un cuerpo graso a altas temperaturas, sin utilizar casi aceite.
Funcionan de forma similar a un horno eléctrico a convección sometiendo los alimentos a un aire muy caliente que circula constantemente, gracias a una fuente de calor eléctrica y a la acción de un ventilador.
Si bien requiere de la utilización de grasa, nunca se alcanzan las proporciones de una fritura tradicional, pues se utiliza una mínima cantidad de aceite que junto al aire caliente circulando alrededor de los alimentos, permite dorar y crear una consistencia crujiente en las preparaciones tal cómo si de una fritura real se tratase.
Microondas u horno de ondas electromagnéticas
El microondas es un artefacto un poco más conocido que las freidoras de aire y cuya utilización se ha relegado durante mucho tiempo al calentamiento de platos o infusiones.
Como su nombre lo indica, el horno de microondas o microondas utiliza ondas electromagnéticas que moviliza las partículas de agua de cada alimento y de esta forma, cocina o calienta los mismos.
En la gran mayoría de los casos, el uso de microondas no requiere el agregado de un cuerpo graso en absoluto, excepto que busquemos un resultado semejante a una fritura (sin freír), y permite la cocción de los alimentos en muy poco tiempo.
¿Qué usar para comer más sano?
Tanto las freidoras de aire como los hornos de microondas son elementos que permiten cocinar en poco tiempo diversos platos, resultando tambien en ambos casos, útiles para lograr una dieta de calidad y más ligera.
Sin embargo, en función de nuestros hábitos y costumbres previas de consumo podremos elegir uno u otro para modificar de forma positiva la alimentación cotidiana.
En este sentido, si somos asiduos al consumo de alimentos o preparaciones fritas así como a rebozados que requieren el adicionado de un cuerpo graso para dorarse y lograr la consistencia crujiente que pretenden, recomendamos acudir a la freidora de aire o sin aceite.
Igualmente, será más aconsejable la freidora de aire si de manera habitual incluimos una amplia proporción de carnes en nuestra dieta y snacks comerciales (que suelen conllevar fritura) que podemos preparar en casa utilizando este artefacto.
Es importante considerar que el microondas cocina aún más rápido que la freidora de aire y por ello, es recomendable para quienes no tienen tiempo al momento de cocinar, pudiendo elaborar platos diversos pero nunca logrando una consistencia verdaderamente crujiente cómo lo logra la freidora de aire.
En este sentido, el horno de microondas puede ser más recomendable para quienes de forma tradicional no consumen preparaciones fritas y no utilizan rebozados de manera cotidiana.
En ambos casos, se trata de electrodomésticos que no promueven la pérdida de nutrientes, e incluso el microondas ha demostrado conservar las propiedades antioxidantes de los alimentos en mayores proporciones que otros métodos de cocción resultando semejante a una cocción al vapor, ya que moviliza partículas de agua de cada plato para su cocción.
Si tenemos la posibilidad, ambos artefactos pueden ser valiosos para cocinar más sano en casa y con menos calorías. Sin embargo, si tenemos que elegir dependerá en gran medida de las costumbres los gustos y los hábitos previos de consumo de cada hogar.
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