La dieta mediterránea es patrimonio cultural de nuestro país y además, constituye una arraigada manera de cuidar nuestro organismo, pues se conocen variados beneficios de este estilo de vida para la salud. Sin embargo, desde hace ya algún tiempo la dieta mediterránea se aleja de España producto de las condiciones de vida actuales, pero nosotros, no nos resistimos a perder sus valiosos beneficios y por ello, te damos algunos consejos para acercarnos a ella.
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Consume más pescado, para lo cual podemos plantearnos el sencillo objetivo de comer pescado al menos una vez más por semana. Elige la variedad que quieras y en las preparaciones que más te agraden, pero intentemos no perder el pescado en nuestra mesa.
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Rescata el aceite de oliva, y úsalo para formar aderezos, salsas y para cocinar, en reemplazo de tantos otros aceites que no son igual de valiosos que el aceite de oliva.
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Incluye hidratos a tu dieta, escoge bien pero recuerda que siempre deben estar presente. Recientemente se supo que la dieta española es pobre en hidratos y fibra, algo que podemos solucionar incorporando legumbres al menos una vez más por semana, consumiendo más panes con semillas y cereales integrales, agregando vegetales a todo lo que podamos, y por supuesto, agregando frutas frescas, secas y desecadas a diario.
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Una vez al día, procura que los vegetales sean crudos, de manera de obtener todos los antioxidantes, la fibra y los nutrientes de estos sanos alimentos que protagonizan la dieta mediterránea.
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Disminuye el consumo de carnes rojas y en reemplazo, utiliza carnes con mejores grasas, por ejemplo: conejo, pescado, cerdo.
La dieta mediterránea es por naturaleza de nuestra propiedad y tiene todo lo que nuestro organismo necesita para vivir con salud, por lo tanto intentemos aunque las cosas cambien, no despegarnos de este tan beneficioso patrimonio.
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Imagen | Diekatrin
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