Consumir alimentos de producción local es un gran recurso si buscamos comer más sano, pero además, los alimentos locales tienen mejor sabor, pues desatan respuestas placenteras relacionadas con la satisfacción moral de estar fomentando el comercio local y ello, incide positivamente en las respuestas gustativas. Pero además, te mostramos otras tres ventajas de su consumo:
- Protegen el medio ambiente pues por ser de producción local, requieren menos traslado, menos embalaje y por supuesto, un consumo energético inferior que reduce costos y ayuda a cuidar el ambiente en que vivimos y de esta forma, nuestra salud.
- Poseen mayor frescura, pues llegan antes a las manos del consumidor que aquel alimento que debe ser trasladado por días y almacenado largo tiempo. Así, podemos tener ingredientes de mejor calidad y de temporada para aprovechar al máximo.
- Tienen mejor calidad nutricional pues no se trata de alimentos procesados, sino de ingredientes frescos, recogidos de la tierra cercana a donde vivimos. No son productos, sino alimentos con valiosas propiedades que no podemos dejar de aprovechar en nuestra dieta diaria.
Por todas estas ventajas y porque puedes conseguir alimentos locales de excelente calidad, no podemos dejar de apuntarnos a la compra en el mercado si queremos comer más sano y sabroso cada día.
Consumir alimentos locales no sólo será más agradable para tu paladar sino que tu cuerpo lo agradecerá notablemente.
Bibliografía consultada | Appetite, Volume 91, 1 August 2015, Pages 137–149.
Imagen | Pixabay
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Usuario desactivado
Gabriela, con todos los respetos, has escrito un artículo muy sensacionalista y que cae en numerosos clichés facilones:
1) Lo de que consumiendo productos locales se fomenta la economía local es muy relativo, porque habría que matizar dónde se compra el producto local. Si compras ese producto local en una frutería que te ofrece un producto local como alternativa a un producto "comercial", me parece perfecto, porque contribuyes a la economía de los agricultores locales y el producto lo compras en un negocio legalmente establecido, pagando sus respectivos impuestos. Cuando en cambio, compramos el mismo producto local en cualquier chiringuito o el típico vendedor que se coloca en una acera a destrangis, lo que estamos es colaborando con la economía sumergida y generando competencia desleal contra los negocios que sí están legalmente.
2) En lo de que son más ecológicos y más frescos evidentemente no hay discusión, aunque quiero matizar que no sólo hay que considerar como variable ecológica que se ahorran transportes y por tanto,contaminación y menos embalajes. Sino también el tipo de cultivo empleado, ya que por muy tradicionales que sean algunos agricultores, no son nada ecológicos. Se sigue practicando en muchas regiones el riego "a manta", que en la agricultura comercial está desterrado desde hace años porque se gasta muchísima agua. También hay que considerar el uso de pesticidas, un aspecto que para sorpresa de muchos, en las grandes empresas de la agricultura se ha avanzado mucho, y sorprendería saber cómo agricultores "tradicionales" pueden ser mucho menos ecológicos y más tóxicos que una empresa que produce grandes cantidades de producto.
3) Sobre las propiedades nutricionales, no estoy nada de acuerdo, porque comparas un alimento natural de producción local con un producto. Evidentemente, si comparo un tomate natural de mi tierra con un bote de tomate Hacendado, no hay comparación posible. La comparación debe ser entre dos alimentos naturales, uno de producción local y otro producido en otra región o en otro país. En ese caso, la comparación entre los dos alimentos no deben implicar diferencias nutricionales significativas