Después de hablar sobre los beneficios que nos ofrece el ayuno intermitente y aclarar uno de los mitos más extendidos sobre este método de alimentación, si realmente ralentiza o no el metabolismo, abordamos otra extendida creencia: ¿reduce el ayuno intermitente nuestro rendimiento deportivo?
Un motivo que hace que muchas personas deportistas desestimen el ayuno intermitente por miedo a que pueda verse afectada la calidad de sus entrenamientos o que noten un claro descenso en su rendimiento deportivo. Pero, ¿qué hay de cierto en esto?
El modo en que el ayuno intermitente puede afectar a nuestra calidad de entrenamiento va a depender de numerosos factores, como puede ser el tipo de entrenamiento, nuestra forma física o la prolongación del ayuno, lo que no significa que el hecho de llevar a cabo la restricción calórica vaya a afectar al rendimiento.
Estudios han demostrado que tras un período de tres semanas de ayuno durante la noche, no se observó ninguna disminución en el rendimiento de ciclo submáximo o máximo de resistencia en ciclistas, y no solo eso, sino que la restricción calórica que supuso el ayuno intermitente mejoró el PWR del ciclista sin comprometer su rendimiento.
De hecho, un entrenamiento en ayunas puede ser totalmente óptimo y con el rendimiento deseado aunque nuestras reservas de glucógeno estén algo más bajas, porque aún así los músculos gozan de suficiente energía para llevar a cabo un entrenamiento de calidad.
Es cierto que existen algunos ensayos que muestran determinados descensos en el rendimiento deportivo a causa de un ayuno intermitente, pero en muchos de estos casos el ayuno también incluye la no ingesta de líquidos, algo que cambia radicalmente el sentido que busca el ayuno intermitente o IF (Intermitteng Fasting) al que nosotros hacemos referencia.
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