Si bien la realización del desayuno no es imprescindible, cuidar lo que ingerimos al momento de romper el ayuno nocturno resulta fundamental para activar nuestro metabolismo y obtener la energía necesaria para el resto del día. Por eso, como nutricionista reveló qué es lo que yo considero un desayuno ideal para toda la semana.
Qué incluir en un desayuno ideal
No hay una única forma de lograr un desayuno ideal en términos nutricionales, que nos provea los sustratos y la energía apropiada para activar a todas las funciones de nuestro cuerpo, y promover el rendimiento cognitivo y físico a lo largo del resto del día.
No obstante, un desayuno debería incluir al menos los siguientes tres grandes grupos de alimentos:
- Fuentes de proteínas de calidad de preferencia ofrecidos por lácteos fermentados que además de proteínas, calcio y vitamina D brindan probióticos beneficiosos para el organismo.
- Granos enteros y derivados de estos como pueden ser avena, quinoa, arroz integral o preparaciones a base estos como por ejemplo pan, galletas, tortitas u otras.
- Fuentes de grasas de calidad como son por ejemplo los frutos secos, las semillas o bien, el aceite de oliva extra virgen, un pescado azul o el aguacate.
Teniendo en cuenta esto, es posible armar diferentes combinaciones y es importante también incluir alimentos como frutas y verduras frescas que añaden agua al desayuno, reducen la densidad calórica y aumentan el poder saciante del mismo y también, incorporan antioxidantes, vitaminas y minerales diversos.
Acompañar el desayuno de alguna infusión u otra bebida resulta también recomendable para favorecer la ingesta de líquidos en esta primer comida del día.
Diferentes desayunos ideales
Teniendo en cuenta todo lo anteriormente mencionado, como nutricionista considero que hay personas a las que les resulta útil realizar un mismo desayuno todos los días mientras que otras se favorecen de diversificar las preparaciones que protagonizan la ingesta que rompe el ayuno.
Así, diferentes preparaciones o diferentes tipos de desayunos pueden ser igualmente ideales en términos nutricionales y recomendables. Algunas sugerencias son:
- Porridge de avena con leche y frutos secos, con fruta frescas a elección.
- Infusión y tortitas de avena con yogur o kéfir y frutas frescas.
- Vaso de leche y pan integral con semillas con aguacate y tomate.
- Té o café sin azúcar y panecillos de semillas bajos en hidratos. Una fruta fresca a elección.
- Smoothie bowl incluyendo en el mismo un cereal, una o más fruta frescas, un lácteo y semillas o frutos secos.
Así se compone el desayuno ideal para empezar el día en términos nutricionales, según mi criterio como nutricionista.
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Imagen | Melissa Belanger