Sabemos que una golosina o un dulce pequeño a diario no perjudica a nadie, pero a los peques generalmente les encantan las chucherías y resulta complejo moderar la ingesta de golosinas en los niños. Por eso, a continuación te damos algunos trucos que ayudan a lograr un consumo más controlado:
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No premies con golosinas y chuches: si se asocia chuche con premio, siempre se va a adjudicar un gran valor a este tipo de alimentos y más deseos de consumirlo se tendrá.
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No prohibas: si prohibes las golosinas y chuches en casa más se querrán
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Fundamenta y explica los efectos de su consumo excesivo: si explicas que las golosinas y chuches son malas en grandes cantidades porque pueden dañar el estomago, los huesos y los dientes, entonces, tendrás más posibilidades de moderar su ingesta en los peques.
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Inclúyelas en la dieta habitual pero no tengas gran variedad y siempre en casa: para moderar la ingesta de golosinas en los niños, es importante que incluyas este tipo de alimentos en la dieta habitual, pero sin tener a disposición de los peques gran variedad en casa, pues esto incentiva su consumo. Conviene tener la golosina preferida y no en grandes cantidades.
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No boicotear con golosinas: “si te portas bien te doy una golosinas” o “si no comes la comida no comerás tu chuche”, son frases desafortunadas que incrementan el deseo por aquello que reservamos para compensar al peque.
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Dar el ejemplo: si a diario nosotros no consumimos muchas golosinas, los peques de la familia que imitan a los adultos, tampoco gustarán de su consumo.
Si no damos a la golosina un valor mayor o menor al que le adjudicamos a cualquier otro alimento, no lo convertimos en un premio, ni en castigo y conversamos acerca de su ingesta excesiva y sus efectos en el cuerpo, los niños pueden moderar el consumo de golosinas sin inconvenientes.
Recuerda, no prohíbas ni te desesperes si el pequeño no quiere comer, pues ante esta situación solemos sobrevalorar alimentos y premiar o castigar con lo que comen, una medida no aconsejable para fomentar buenos hábitos en los niños.
Imagen | Feel-the-silence
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jose_gto
Antes estaba todo el día comiendo golosinas, sobre todo cuando me entraba en "mono" pero desde que las cambié por frutos secos (sin llegar a abusar de ellos) de lo único que me arrepiento es de no haberlo hecho antes. Incluso cuando vienen a mi casa mis primos y sobrinos, en vez de darles golosinas les doy frutos secos y se queda igual de contentos.
cabito
Si, a mi me parece que todos esos trucos están muy bien, y a veces dan resultado, pero no podemos olvidar que llega un momento en el que los niños empiezan a tener vida social, y empiezan a ver que el resto de los niños de su entorno comen chuches como condenados, y sus padres van a buscarlos al cole con una bolsa de gominolas, cumpleaños de amiguitos...y surge la gran pregunta:¿y yo porque no puedo?, y la rebelión. No todos los niños ni todas las edades son idóneas para que lo entiendan, por eso seguiré diciendo que a quien hay que "adiestrar" es a los padres, que como sus hijos son pequeños se creen que nunca van a ser mayores y que las cosas malas solo les pasan a los demás, y total...un día es un día (ya, y seis son media docena)
mich00
Vida social, el marketing, los abuelos (a quienes jamás se me ocurriría censurar por querer tener ganados a los nietos a base de chuches o cualquier otro medio) los cumpleaños, el premio de fin de partido de futbol o baloncesto del fin de semana, los coleccionables que entran en cada bolsa... te sientes como predicador en isla desierta, pero debemos cumplir nuestro trabajo educativo... algo quedará!!!
Gran artículo.