De nuevo comenzamos la semana con la planificación de la dieta, algo importante tanto para saber qué vamos a comer a diario y planificar las compras como para asegurarnos de que vamos a comer sano y equilibrado. En la dieta vamos metiendo alimentos de temporada como las fresas, que ya se ven por los supermercados, y al comienzo de la primavera apostamos por los platos con color (frutas y verduras por todos lados)
La dieta afecta al estado de ánimo
A la Organización Mundial de la Salud (OMS) le encantan los números y según ellos una de cada diez personas tiene problemas de depresión o de estado de ánimo alguna vez en su vida. Este tipo de enfermedad o afección se relaciona con el sistema nervioso, formado por billones de neuronas que consumen el 25-30% de las calorías diarias que gastamos.
Relacionar el sistema nervioso (y sus enfermedades) con la alimentación y la dieta no es nada descabellado. Se ha observado que en los países desarrollados donde la malnutrición crece por momentos también hay un aumento significativo de enfermedades mentales. Esto cobra sentido cuando analizamos que nutrientes como los omega-3, vitaminas del grupo B y ciertos aminoácidos precursores de neurotransmisores juegan un papel crucial en la aparición de la depresión.
Normalmente hay mayores problemas de depresión en los países del norte de Europa en comparación con los países del mediterráneo. Y es que aquí el consumo de alimentos como aceite de oliva, verduras, frutas, pescado, legumbres y frutos secos está más interiorizado en la dieta y hace a ésta más sana y equilibrada. Por tanto con una dieta tipo Mediterránea podemos prevenir enfermedades como la depresión o carencias en el estado de ánimo.
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