Ya hemos dicho que si queremos cuidar la salud, lo mejor es reducir la ingesta de carnes procesadas, pues éstas además de contener aditivos potencialmente peligrosos, son ricas en sodio y grasas saturadas. Como si fuera poco, un reciente estudio a comprobado que a mayor consumo de carnes procesadas existe más riesgo de sufrir diabetes.
Se evaluaron 149000 personas por 12 a 16 años y se comprobó que aquellos que más carnes procesadas consumían tenían más riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en el tiempo. Aunque el consumo variaba entre media y dos raciones al día, quienes incrementaron su ingesta en media o más porciones a diario, tuvieron el doble de riesgo de padecer la enfermedad metabólica.
Estos resultados no indican que las carnes rojas o procesadas causan diabetes, pero si que hay mayor riesgo si se ingieren en demasía a diario, por eso, el estudio es evidencia suficiente como para no alentar su consumo y mantener o intentar reducir su ingesta.
Al menos, se recomienda no superar las dos raciones diarias de carnes rojas y sobre todo, evitar las carnes procesadas, pues son éstas las que más grasas, colesterol, calorías, sodio y aditivos contienen.
Además, ya se han asociado las dietas ricas en grasas con mayor riesgo de sufrir diabetes y ésta puede ser la razón de este nuevo vínculo entre carnes procesadas y la enfermedad.
Ya sea para reducir el riesgo de diabetes, por prevenir dislipemias o hipertensión arterial o simplemente por cuidar la forma, siempre es mejor evitar las carnes procesadas y en su reemplazo, consumir carnes magras con moderación.
Vía | IntraMed Estudio | JAMA Internal Medicine
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