La alimentación puede contribuir grandemente al tratamiento y control de enfermedades así como ayudar en su prevención, esta vez dedicaremos unas líneas a una patología intestinal denominada diverticulosis y te contamos qué son los diverticulos y cómo adaptar la dieta a su presencia en el organismo.
¿Qué son los diverticulos?
Los diverticulos son pequeñas invaginaciones que se producen en el intestino, así podríamos describirlos como una pequeña bolsa o saco que se forma con la pared del intestino y se localizan frecuentemente en el intestino grueso o colon.
Su presencia se debe en muchos casos a una conjunción de factores, pero hasta el momento no hay una causa conocida, sino que se cree que puede incidir grandemente la predisposición genética así como el bajo consumo de fibra y el estreñimiento o constipación crónica en su desarrollo.
Una vez presentes, los diverticulos no se eliminan del intestino, sino que debemos aprender a convivir con ellos y para prevenir su inflamación o ulceración, la dieta debe ser nuestra gran aliada.
La dieta adaptada a la presencia de diverticulos.
Como hemos dicho, los diverticulos son pequeñas bolsas que se encuentran en el intestino y que frecuentemente se producen por la debilidad de la pared intestinal dada la alta presión dentro del intestino a causa del estreñimiento, por eso, el mejor tratamiento dietético de los diverticulos es el incremento de la fibra que reduce la presión y acelera el tránsito intestinal.
Si bien las personas que presentan diverticulos no suelen tener síntomas, excepto algún dolor abdominal o espasmo, la inflamación de los diverticulos puede ser muy dolorosa y dar origen a hemorragias intestinales a causa de una úlcera. Ésto es lo que se debe prevenir con la dieta, por ello, además de contener gran cantidad de fibra que permita la evacuación completa de los intestinos, debe ser baja en partículas no digeribles que pueden depositarse en los divertículos y causar una inflamación o úlcera posterior.
Entonces, en la dieta adaptada a la presencia de diverticulos debe existir gran cantidad de cereales integrales, frutas y verduras, frutos secos y deshidratadas, pero en el caso de las frutas y verduras, debemos eliminar las semillas de las mismas, así como los hollejos de naranjas, mandarinas o judías. Y no se deben consumir semillas propiamente dichas.
Los tomates, calabacines, berenjenas, deben consumirse sin sus semillas, el kiwi también puede consumirse sin sus semillas y las fresas, frambuesas o arándanos, directamente es preferible evitarlos. Las judías verdes pueden consumirse previo retirada de sus hilos y bien cocidas, al igual que otras verduras fibrosas como las de hojas verdes, el apio, puerro, entre otros.
Si llegara a ocurrir una diverticulitis o inflamación de los diverticulos, la persona debe quedar en ayunas hasta que el intestino se desinflame, de lo contrario, puede perforarse y sangrar el divertículo.
Imagen | ADAM y SweetOnVeg
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