Muchos de nosotros utilizamos de manera habitual los términos filia y fobia para referirnos a algo que nos gusta mucho o que, por el contrario, no nos gusta nada. Estos términos se utilizan en ocasiones de manera coloquial por lo que a veces se pierde el significado real de las filias y las fobias.
Debido a esto, podemos confundir lo que es patológico de lo que no pudiendo llevar a confusión. Por ello, es importante que sepamos qué son las filias, las fobias, cuándo son patológicas y en qué casos no.
Qué son las filias
Proveniente de la palabra "Philos" del griego que significa "amor" y de el sufijo "ia" que significa "cualidad" esta palabra viene a referirse a la afición, el amor o la atracción que podemos sentir por algo. Es, básicamente, lo contrario a las fobias.
Con este término podemos referirnos a algunas aficiones o diversiones particulares de las personas. En el caso de las filias, la mayoría de las que existen no se consideran patologías aunque en algunos casos puede ocurrir que deriven hacía la patología. Dentro de las filias, encontramos unas específicas conocidas como "parafilias" y que se refieren al ámbito sexual.
En el caso de las filias y parafilias, igual que en muchos otros casos, traspasan la línea de la normalidad a la patología cuando genera sufrimiento o daño a quien la padece o a otras personas. También cuando interfiere con la vida habitual de la persona, trabajo o vida social. En estos casos, a las filias se les añade el sufijo "manía" como sería el caso, por ejemplo, de la cleptomanía.
Qué son las fobias
En el caso de las fobias, la definición patológica es más habitual. Se tratan de un tipo de trastorno de ansiedad, que se caracteriza por un temor irracional y extremadamente intenso a algo que representa poco o ningún peligro.
Las fobias se diferencian de un miedo habitual en que dejan de ser adaptativos e interfieren en la vida habitual de aquellas personas que la padecen. Afectan e interfieren, por tanto, con algunos aspectos de nuestra vida, como el laboral o el social. Por poner un ejemplo, mi fobia a las abejas provoca que si entra una en mi lugar de trabajo tenga que abandonar mi puesto, lo cual no resulta especialmente beneficioso para mi vida laboral. Lo mismo ocurre con la vida social.
Actualmente, se diferencian tres tipos de fobias:
- Fobia social: se trata de un miedo desproporcionado a la posible evaluación negativa que hagan de nosotros. Las personas que lo sufren sienten, entre otras cosas, miedo a que se rían de ellos, a quedar en ridículo o a no saber reaccionar en situaciones sociales.
- Fobia específica: en el caso de las fobias específicas, los miedos están localizados en objetos, animales, o sitios concretos. Entre ellas encontramos miedos a animales varios, a la sangre, las alturas, los sitios cerrados, o el miedo a volar entre otros.
- Agorafobia: en este caso nos referimos al miedo que sienten algunas personas a los espacios abiertos o los lugares donde puedan encontrarse con grandes multitudes. Estas personas muestran temor a los lugares donde tendrían dificultades para escapar en caso de que empezaran a padecer síntomas de un ataque de ansiedad.
Por qué las filias y fobias no afectan a todo el mundo
En el caso de las fobias, los orígenes pueden ser muy diversos. En algunos casos, pueden deberse a una predisposición genética a sufrir ansiedad. En otros casos, puede deberse a una experiencia traumática o experiencias vitales negativas tanto propia como ajenas, por aprendizaje vicario.
En el caso de las filias patológicas, pueden deberse a tener antecedentes familiares, sufrir un trastorno obsesivo compulsivo, o algún otro tipo de trastorno. En el caso de las filias no patológicas, la mayoría de nosotros podemos tenerlas sin que exista una causa clara más allá de la afición.
Filias y fobias más habituales
En lo que a las filias respecta, algunas de las más habituales son las siguientes:
Astrafilia: amor o fascinación por los las tormentas, rayos y truenos.
Bibliofilia: amor por los libros y la literatura.
Canofilia: amor por los perros.
Cinefilia: amor y gran afición por el cine.
Estigmatofilia: fascinación por los tatuajes y los piercings.
En el caso de las fobias, algunas de las más comunes son las siguientes:
Agorafobia: miedo a los espacios abiertos y a lugares de grandes acumulaciones.
Claustrofobia: miedo a los espacios cerrados como ascensores, cine, etc.
Acrofobia: miedo a las alturas.
Hemofobia: miedo a la sangre, incluso a la idea de ella, a pensar en verla o en cantidades pequeñas.
Belonefobia: esta es el tipo de fobia que tienen las personas que temen a las agujas. En general, se trata de miedo a objetos puntiagudos como las navajas, jeringuillas, alfileres, cuchillos, etc.
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