El pasado viernes nos sorprendía la noticia de la muerte de Tim Bergling, más conocido por su nombre artístico Avicii. El DJ de origen sueco fallecía a los 28 años de edad y tras haberse retirado en la cima de su fulgurante carrera dos años antes, con solo 26, debido a los problemas de salud que le había causado el estilo de vida lleno de fiestas y regado de alcohol asociado a su profesión.
Él mismo lo había contado en un documental autobiográfico. En él explicaba que no había podido romper con el círculo de las discotecas, las fiestas, el alcohol y otras sustancias, un ritmo que le había llevado a enfermar de cuerpo y mente: a los 21 años desarrolló una pancreatitis aguda y sufría a menudo ataques de ansiedad.
Por eso decidió dejar las actuaciones y seguir creando y publicando música desde la tranquilidad de su casa y su estudio. Pero en 2017 su salud siguió deteriorándose. A pesar de ello, su muerte pilló a todo el mundo por sorpresa por su juventud. Las causas concretas de su fallecimiento no se han hecho públicas por el momento.
¿Qué es la pancreatitis aguda?
La pancreatitis es una inflamación del páncreas, una glándula plana y alargada que se encuentra tras el estómago, en la parte superior del abdomen. Su función es generar enzimas que participan en la digestión, así como hormonas que intervienen en distintos procesos del organismo, por ejemplo la regulación de los niveles de azúcar en la sangre.
Cuando las enzimas pancreáticas se activan inapropiadamente antes de salir del páncreas y llegar al estómago, el tejido de este órgano se irrita y se inflama. Si ocurre a menudo, puede producir una inflamación que es lo que llamamos pancreatitis.
La pancreatitis puede presentarse de distintas formas. Los episodios más leves pueden desaparecer sin necesidad de tratamiento y sin producir síntomas graves. En ocasiones la inflamación es crónica, de forma que dura muchos años o es de por vida. En otras, se produce lo que se llama pancreatitis aguda: una inflamación grave y repentina que puede durar solo unos pocos días. Estas dos formas pueden tener consecuencias severas para la salud.
Causas de la pancreatitis aguda
Distintas afecciones pueden desembocar a un caso de pancreatitis aguda. La más común es el alcoholismo: el consumo excesivo de alcohol sostenido en el tiempo puede terminar causando lesiones en el páncreas que desemboquen en una pancreatitis aguda.
Otra causa posible es una enfermedad autoinmune en la que las defensas ataquen al propio cuerpo. También nos niveles demasiado altos de triglicéridos en la sangre, o la acción de algunos medicamentos puede desembocar en una inflamación del páncreas.
Posibles complicaciones a partir de una pancreatitis
Una pancreatitis aguda o crónica que no se solucione puede dar pie a distintas complicaciones graves.
Quistes e infecciones: si el páncreas está en mal estado pueden formarse bolsas y quistes con los líquidos y sustancias que retenga. Si uno de esos quistes se rompe se pueden producir sangrados internos o infecciones. Incluso sin esos quistes, el tejido dañado es más vulnerable a infecciones.
Diabetes o desnutrición: el mal funcionamiento del páncreas puede causar una producción insuficiente de hormonas del metabolismo y de enzimas digestivas, dificultando ambos procesos y causando al paciente un mal control del azúcar en la sangre, que puede terminar desembocando en diabetes, y un proceso digestivo deficiente, abocando a la desnutrición por la mala absorción de los nutrientes de la comida.
Cáncer de páncreas: la inflamación crónica del páncreas puede terminar generando tejido canceroso.
Imágenes | Wikipedia
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