La retención de líquidos es una de las patologías más extendidas en toda la población, afectando generalmente de un modo más amplio en el caso de las mujeres. Pero ¿a qué se debe?
Es muy frecuente, que si nos pesamos con cierta regularidad, observemos que nuestro peso puede variar u oscilar significativamente de la noche a la mañana, y más aún en el caso de haber tenido, por ejemplo, una cena copiosa. ¿Hemos engordado de un día para otro o afecta en este dato la retención de líquidos?
Qué significa retener líquidos
Explicado de un modo sencillo y para que se comprenda fácilmente, la retención de líquidos no es ni más ni menos que una acumulación indebida de agua (u otros líquidos) en nuestro organismo.
Este fenómeno ocurre, concretamente, cuando se da esta excesiva acumulación de fluidos no sólo en los tejidos corporales, sino también en el sistema circulatorio y en las cavidades del cuerpo.
Este mecanismo descompensado va a llevar a nuestro cuerpo a un desequilibrio de electrolitos (alteración en el sistema de regulación hídrica) que va a hacer variar el comportamiento natural de los líquidos dentro del cuerpo, motivo por el cual tienen a acumularse subcutáneamente, sobre todo, en zonas como la zona del bajo vientre, tobillos, muñecas, etc...
¿Cuáles son los motivos por los que se produce?
No debemos olvidar que gran parte de nuestro cuerpo está formada por agua (en torno a un 70%), tanto de un modo intracelular como fuera de éstas. Desde la sangre hasta la masa muscular, incluso el sistema óseo, contienen grandes proporciones de agua. Por este motivo es muy lógico que cualquier persona puedan sufrir de esta patología, sobre todo personas con determinadas afecciones o que están sufriendo cambios hormonales.
En esta alteración del sistema de regulación de líquidos, los riñones juegan un papel importante controlando no sólo los volúmenes de agua que se excretan (balance hídrico), sino también las concentraciones de sodio y potasio y los niveles del pH en fluidos.
Balance hídrico: el mecanismo natural de nuestro cuerpo tiende al equilibrio y compensación del agua que ingerimos, a través de alimentos y bebidas, con el agua que excretamos, a través de la piel o de las heces, pero sobre todo a través de la orina, mecanismo que se procesa en los riñones.
Para analizar un poco más profundamente este mecanismo debemos comprender el papel que juega la hormona antidiurética (ADH), que es la encargada de controlar esta excreción de orina actuando como regulador y pudiendo reducir la cantidad a expulsar. De este modo, a altos niveles de ADH se provoca una retención de líquidos y a niveles bajos de ésta, aumenta el volumen de orina.Volumen de sodio: para regular la concentración de soluto (osmolaridad de la orina), debemos tener en cuenta que tiene que aparecer un equilibrio previo entre: la ingesta y la eliminación del sodio, y la del agua. Si este equilibrio de sodio falla, desencadenará una alteración en la concentración de fluidos del cuerpo.
Si sudamos excesivamente, perdemos una gran cantidad de agua, muy superior a la que vamos a perder de sodio. Por este motivo es importante beber inmediatamente para volver a reestablecer la concentración óptima del sodio en el agua, sino es así puede incluso llegar a alterarse las funciones celulares normales. En este caso entra en juego la hormona aldosterona (ADH), encargada de equilibrar la concentración de sodio y la presión sanguínea.
Conclusiones
Como veis, en el comportamiento de regulación del equilibrio hídrico, juega un papel importante tanto el balance de agua como el de sodio. Regular el volumen y la concentración de ambos va a ser fundamental par evitar la retención de líquidos. En la próxima entrada de esta miniserie sobre la retención de líquidos hablaremos sobre los síntomas y los motivos de esta patología, y os daremos algunas claves para evitarla.
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