Todos tenemos hipo de vez en cuando y sabemos que no reviste mayor importancia porque al cabo de unos pocos minutos este desaparece sólo. Sin embargo, hay una cuestión que si merece atención médica y es el singultus o hipo persistente del cual a continuación te contamos por qué sucede y cómo se controla su presencia.
Qué es el hipo persistente
El hipo es una contracción espasmódica e involuntaria del diafragma que se repite de forma periódica y que nos obliga a contraer no sólo músculos respiratorios sino también, las cuerdas vocales y de allí el clásico sonido que ocasiona este fenómeno.
El hipo persistente también llamado singultus es aquel que persiste por más de 48 horas o que es frecuentemente recurrente y de larga duración (puede durar horas en lugar de minutos). Esta condición afecta la calidad de vida de la persona obstaculizando desde el descanso hasta el habla y otras tareas cotidianas.
Es un trastorno infrecuente pero merece atención clínica pues puede ser un síntoma de enfermedad. Por ejemplo, se han observado casos de hipo persistente a causa de reflujo gastroesofágico o esofagitis como señala un estudio publicado en Revista Médica Electrónica o bien, singultus a causa de una insuficiencia renal crónica que ocasionaba uremia en un niño de 13 años.
Tratamiento del singultus o hipo persistente
El hipo persitente o singultus merece atención médica debido a lo mucho que altera la calidad de vida del paciente.
La forma de tratamiento más efectiva consiste en resolver la patología que lo genera que puede ser entre otras cosas un problema gastroenterológico, hepático o renal.
Si no se encuentra causa a su presencia, se suele acudir al tratamiento farmacológico que incluye relajantes musculares o antiespasmódicos para resolver o minimizar el hipo como concluye una investigación publicada en 2015.
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