Después de meses deliberando sobre si las nuevas zapatillas Nike Alphafly pueden ser consideradas o no dopaje tecnológico en las pruebas deportivas, hoy mismo World Athletics, el órgano de gobierno del atletismo a nivel mundial, ha decidido prohibir el uso de zapatillas con más de 40 mm de suela o con más de una placa en su medisuela de las competiciones de atletismo.
Además, a partir de abril de 2020, cualquier zapatilla con la que un atleta profesional participe en una competición tendrá que haber estado disponible para su venta al público un número determinado de meses. Esto se requiere para evitar el uso de prototipos de zapatillas (previsiblemente con nuevas tecnologías) de las competiciones de atletismo.
El debate viene de largo: hace tres años, cuando en 2017 Kipchoge realizó su primer intento de bajar de dos horas en la distancia de maratón, ya se comenzó a hablar de las zapatillas con las que corría, que respondían a un prototipo de Nike diseñadas para este evento.
La discusión volvió a viralizarse cuando en octubre del año pasado Kipchoge consiguió su ansiado reto de bajar de dos horas en los 42 kilómetros, y lo hizo con unas Nike Alphafly: un prototipo de zapatilla que fue descatalogada una vez salió al mercado su siguiente versión, accesible a todos los públicos, la famosa Nike Vaporfly.
Si bien en el comunicado de World Athletics no se habla específicamente de las Nike Alphafly, está bastante claro que este comunicado y este cambio de reglas en la competición es una respuesta al debate generado tras la actuación de Kipchoge.
Las Nike Vaporfly eluden el veto
Desde el reto de Kipchoge, no han sido pocos los atletas profesionales que han corrido con las Vaporfly, que se han salvado del veto y que, además, han subido al podium: todas las medallas de oro de las marathon majors en el caso de los hombres las ganaron atletas que calzaban las Vaporfly. En el caso de las mujeres, solo en dos casos subieron a lo más alto del podium dos atletas que calzaban Adidas.
El reclamo principal de la Nike Vaporfly es que puede mejorar nuestra eocnomía de carrera alrededor de un 4%, algo avalado por diferentes estudios. Esto puede parecer muy poco para el corredor amateur, pero en el caso de los atletas de élite, para quienes un solo segundo o unas décimas puede siginificar subir o no al podium, es de gran importancia.
Las Vaporfly Next y 4% podrán seguir usándose en carreras por profesionales, eludiendo el veto de World Atheltics.
Por supuesto, a nivel amateur podremos seguir usando las zapatillas que más nos gusten para salir a correr o participar en carreras. Sin embargo, aquellos atletas profesionales que opten a conseguir un premio, tendrán que adecuarse a las nuevas normas dictadas por World Athletics.
Nos queda ahora ver cómo se adaptan las marcas deportivas y el mercado de las zapatillas deportivas a este movimiento: ¿significará que las marcas invertirán menos dinero a la hora de mejorar las zapatillas? ¿Seguirán vendiéndose al mismo ritmo si no vemos a atletas profesionales entrar con ellas en meta? ¿Podrán seguir batiéndose récords de atletismo sin la ayuda que supone el avance en el calzado?
Imagen | INEOS
Fuente | World Athletics