Si eres de los que necesita escuchar música mientras entrenas, ya sea en el gimnasio o al aire libre, seguro que te has preguntado alguna vez qué tipo de auriculares son los más adecuados a la hora de practicar ejercicio físico.
En la actualidad disponemos de diferentes modelos de auriculares para disfrutar de nuestra música en cualquier situación: desde los más tradicionales, con cable y con una muy buena calidad de sonido, hasta los más modernos de conducción ósea, con los que podemos seguir disfrutando del sonido ambiente. ¿Cuáles son los mejores para cada situación? Analizamos un modelo de cada tipo para que puedas decidirte en tu próxima compra.
Auriculares con cable: menos comodidad pero mayor calidad de sonido
Hace unos años no teníamos ni que plantearnos la disyuntiva que tenemos delante de nosotros hoy: los auriculares tenían cable, y quizás la pregunta que nos podríamos hacer era si optábamos por unos intrauriculares o in-ear (los que se colocan dentro del oído) o si optábamos por unos cascos supraaurales u on-ear (los que se colocan por encima de la oreja).
A la hora de enternar, los auriculares con cable suelen ser bastante más engorrosos de llevar, sobre todo si entrenamos en el gimnasio donde estamos constantemente realizando movimientos con la parte superior de nuestro cuerpo. Seguramente os ha pasado a muchos que el cable de los auriculares se enreda con las manos o con los brazos y terminamos casi arrancándolos de la oreja con un tirón.
Los auriculares con cable pueden ser más incómodos al entrenar, pero nos ofrecen una mayor calidad de sonido
Otro punto en contra es que la sujección de este tipo de auriculares, sobre todo de los in-ear, no suele ser muy buena y se terminan cayendo de la oreja, ya sea por los movimientos o por el propio sudor que producimos al entrenar.
La gran ventaja de este tipo de auriculares con cable es que la calidad del sonido suele ser bastante mayor que en el caso de los auriculares sin cables: podemos apreciar mucho mejor el bajo de todas las canciones y la sensación de escuchar música será mucho más placentera.
En las últimas semanas he podido probar los C5 series 2 de Bowers & Wilkins: unos auriculares in-ear con cable con una calidad de sonido muy muy buena, nada que ver con los auriculares inalámbricos. Se trata de unos auriculares de gama alta aptos para deporte, ya que incorporan un sistema de sujección en la oreja (sistema de "lazo seguro") con el propio cable que impide que el auricular se mueva aunque estemos saltando, corriendo o realizando movimientos bruscos. Una buena opción si lo que queréis priorizar a la hora de entrenar es la calidad del sonido. Los podéis encontrar en su web oficial por 149,99 euros.
Auriculares bluetooth: para moverte con más libertad
La verdad es que, personalmente, los auriculares sin cable con conexión bluetooth me parecen uno de los mejores accesorios para hacer deporte. Suelen ser ligeros, cómodos, prácticos y evitan los enredos con los cables a la hora de entrenar.
Los auriculares bluetooth sacrifican calidad de sonido, pero son mucho más cómodos para entrenar
Dependiendo de nuestras necesidades tenemos diferentes modelos entre los que escoger: los que cada auricular va unido por un cable (que suelen ser los más ligeros y, en mi opinión, los más cómodos), los que van unidos por una diadema rígida (con un peso un poco mayor, pero generalmente con mayor autonomía) y aquellos en los que cada auricular va por su lado y se conectan de forma independiente al móvil o a la tablet (como es el caso de los auriculares deportivos de Samsung y de los recién llegados Airpods de Apple que, aunque no están diseñados específicamente para uso deportivo, son bastante cómodos).
En el caso de los auriculares bluetooth sacrificamos algo de calidad de sonido, que se pierde al no estar conectados por cable, pero ganamos en libertad de movimiento, algo importante a la hora de entrenar.
A destacar entre los que he podido probar: una versión apta para todos los bolsillos son los Sport1 Bluetooth de Energy System, con un sistema de sujección de clip que los mantiene en su sitio durante todo el entrenamiento, además de ser muy ligeros (20 gramos) y con una muy buena autonomía (hasta 8 horas de música continua). Los podéis encontrar en su web oficial por 19,90 euros.
Si buscáis algo más específico, los auriculares deportivos Gear IconX de Samsung también son una buena opción: cada auricular es independiente y se cargan en su propia caja. Su calidad de sonido es mayor que la de los anteriores, aunque su autonomía en sensiblemente menor (3,8 horas de música continua). Funcionan como cuantificador de ejercicio y disponen de una memoria interna de 4GB para llevar la música contigo. Están disponibles en Amazon a partir de 169 euros.
Auriculares de conducción ósea: perfectos para el entrenamiento outdoor
Dentro del grupo de los auriculares sin cables merecen una mención especial los auriculares de conducción ósea: se trata de auriculares que, en lugar de colocarse sobre o dentro de la oreja, se colocan sobre la apófisis zigomática del hueso temporal (por delante de la oreja, a la altura del pómulo) y no cubren el pabellón auditivo. El sonido se transmite hasta el oído interno a través del hueso, dejando los oídos libres y permitiéndonos mantener el contacto con el medio en el que nos encontramos.
Los auriculares de conducción ósea son ideales para entrenar al aire libre y mantenernos alerta de lo que ocurre a nuestro alrededor
Muy prácticos sobre todo si entrenamos en la calle para mantenernos alerta de todo aquello que ocurre a nuestro alrededor, como un coche o una bicicleta que se aproxima por detrás y con los que debemos tener cuidado. Son ideales para el entrenamiento al aire libre: muy cómodos, aunque algo más pesados que los auriculares intraaurales ya que suelen ser de tipo diadema que se coloca por detrás de la cabeza.
No son recomendables, por ejemplo, para entrenar en el gimnasio: seguramente nuestro gimnasio tendrá un hilo musical a mayor o menor volumen, y al no poder aislarnos del medio, escucharemos tanto la música de fuera como la que proviene de nuestros cascos, y es una sensación incómoda y rarísima.
Los que yo he podido probar, como ya os comenté en un anterior artículo, son los Aftershokz Trekz Titanium, y la verdad es que estoy contentísima y los utilizao siempre que salgo a entrenar al aire libre. Su peso es de 41 gramos (bastante ligeros) y tienen una autonomía de seis horas de música continua. Quizás uno de sus puntos fuertes es su rapidez de carga: en dos horas tienen la batería completa, que dura hasta diez días en stand-by. Los podéis encontrar en su web oficial por 99,95 dólares (87,57 euros al cambio).
Imágenes | iStock, Bowers & Wilkins, Samsung, Aftershockz
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