Conseguir desconectar del trabajo es algo necesario e imprescindible para la salud física y mental. Sobre todo, si trabajamos desde casa porque es fácil que entremos en un dinámica de desgaste que además de hacer que seamos menos productivos, acabe afectando a nuestro rendimiento y a nuestra salud al perjudicar nuestro descanso o sueño.
Actualmente, la mayoría de los trabajos de oficina resultan bastante sedentarios, y la constante más extendida es que muchos pasamos la mayor parte de nuestro tiempo sentados, de cara a un ordenador y con la oreja pegada al móvil.
Aprender a soltar lastre
Por este motivo, es recomendable que cuando acabemos nuestra jornada laboral no sigamos sentados frente a una pantalla - aunque se trate de la pantalla de un televisor, de un iPad, o de un smartphone -, porque la vista, el dolor de espalda y el de las articulaciones pueden acabar pasándonos factura.
Lo suyo es que procuremos soltar lastre, desconectando literalmente, para salir a pasear para airearnos, hacer algo de deporte para tonificarnos o quedar con los amigos para hablar de temas que no tengan nada que ver con nuestro trabajo, porque eso nos ayudará a disfrutar de nuestro ocio y de un merecido descanso, que nos ayude a recargar las pilas, para luego volver con fuerza al trabajo.
Es curioso, pero muchas veces no nos damos cuenta de los niveles de toxicidad en los que a menudo nos movemos. El tiempo es un recurso muy escaso. Deberíamos acordanos de pensar que hay que trabajar para vivir, en lugar de vivir para trabajar.
¿Adictos a las nuevas tecnologías?
No es extraño pues que, en ocasiones, el estrés pueda con nosotros por culpa de todas esas rutinas que nos impiden desconectar del trabajo y de las preocupaciones. ¿Alguna vez os habéis preguntado si os habéis convertido en adictos a las nuevas tecnologías? ¿Sois de los que están constantemente mirando al móvil, preocupados por quedaros sin cobertura o sin batería? ¿Desconectáis el móvil cuando os metéis en la cama? ¿Arañáis horas al sueño para ver la televisión por las noches?
La tecnología es necesaria y nos facilita mucho la vida, pero hay que aprender a hacer un buen uso de ella, utilizándola con mesura, pues los aparatos electrónicos pueden provocar dolores de cabeza, tensión y un malestar general que impedirán que nos podamos relajar por completo.
Si queréis recuperar el control de vuestras vidas, hacer lo imposible por establecer un horario para que el trabajo no sea la única actividad que realizáis durante el día, y procurar tener un móvil para el trabajo y otro personal (aunque haya que cargar con los dos) o, mejor aún, olvidaros el móvil del trabajo en la oficina de vez en cuando. De esta forma, conseguiréis volver a ser los dueños de vuestras vidas, y no al revés.
Fotos | Angela, Miki Yoshihito, Miniyo 73
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