Para contrarrestar el hecho de que nos pasamos media vida metidos entre cuatro paredes, lo mejor es practicar un poco de ejercicio físico. Las personas que hacen ejercicio, generalmente duermen mejor, tienen menos tensiones y, podría decirse que están inmunizados contra el estrés y la ansiedad.
Hacer ejercicio es saludable para nuestro cuerpo, y también para nuestra mente. Es una válvula de escape que nos ayuda a aparcar los problemas y a dejar las tensiones de lado. El ejercicio atenúa la sensación de fatiga y libera endorfinas, una secreción producida por el cerebro que al facilitar sentimientos de placer y de euforia consigue que nos mostremos más positivos con todo lo que nos rodea.
Los beneficios de hacer deporte
Para la salud, no hay nada mejor que mover las piernas mientras se respira aire fresco. La luz solar provoca que nuestro cerebro libere serotonina, que ayuda a mejorar nuestro estado de ánimo. Hacer ejercicio no tiene que ser algo agotador y complicado. Lo importante es poner en marcha nuestra maquinaria, y disfrutar de los resultados en poco tiempo. Y es que, la práctica habitual del ejercicio físico es la herramienta más utilizada, hoy en día, para combatir estados de cansancio (temporal o crónico) y de decaimiento.
Los deportes que mejor sientan son los que nos permiten descargar adrenalina como el spinning o el squash, pero también se puede practicar algo más pausado como el tai-chi o el yoga. Estas actividades en las que hay que procurar concentrarse en silencio, funcionan muy bien para relajarse y, también, proporcionan gran flexibilidad.
Así mismo, salir a caminar por la ciudad, patinar o montar en bicicleta igualmente puede resultar una estupenda válvula de escape. En el deporte, el trabajo en equipo, además de aumentar la competitividad, también permite trabajar el trato y la sociabilidad. Entre los deportes en equipo más practicados están el golf, el pádel o el tenis.
Todos estos ejercicios en grupo hacen del deporte una actividad divertida y entretenida, que nos ayudará a recibir la motivación necesaria para seguir entrenando mientras disfrutamos.
Canalizar adecuadamente la energía
Recapitulando: hacer deporte reduce el estrés y disminuye el nivel de cortisol en el organismo, una de las hormonas que causa la ansiedad. También mejora el nivel inmunológico pues estimula la producción de endorfinas, encargadas de la defensa del organismo que, al actuar incluso sobre el sistema nervioso, contribuyen a que experimentemos una estupenda sensación de bienestar.
Practicar deporte o hacer alguna actividad física nos ayuda a mantener una buena salud y a prevenir enfermedades. Estos gestos nos permitirán canalizar adecuadamente la energía a través de nuestro cuerpo, y alcanzar objetivos importantes tales como el control del peso, la mejora de la autoestima, el aumento de la flexibilidad, la fuerza y el descanso.
El ejercicio físico, al descargar energía relaja el sistema muscular, contribuyendo a que el cuerpo esté más relajado, y que la tensión nerviosa disminuya, lo que se traduce en un sueño más profundo y saludable. Si te cuesta conciliar el sueño, prueba a practicar algún deporte.
Fotos | Elvert Barnes, Brian Robinson, Garry Knight
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