Siempre se ha comparado el cine con una máquina de hacer sueños. Lo que resulta bastante lógico si tenemos en cuenta que los recursos y las distorsiones de espacio y tiempo que utiliza el séptimo arte son parecidas a los procesos del inconsciente que intervienen en la formación de los sueños.
Hoy, en el Espacio Duerme Mejor damos comienzo a una serie, que constará de varias entregas, y que tratará el tema de los sueños en el cine. Nos estamos refiriendo a películas de cine, que marcaron un hito, y en las que el sueño interpreta un importante rol. Porque la temática de los sueños ha ocupado una parte importante en la creatividad de los directores de cine. Tanto que estos no han dudado en irlos incorporando a sus películas al tiempo que les atribuían diferentes funciones y significados - la mayoría de las veces, de componente freudiano.
Los sueños en el cine
Como os explicábamos al principio, hemos seleccionado para todos vosotros cinco películas que tratan el tema de los sueños en la gran pantalla. Como iremos viendo, los realizadores y directores de cine suelen mostrar los sueños como si fuesen realidades paralelas, la mayoría de las veces con un fuerte componente onírico.
Os invitamos a acompañarnos en esta pequeña disección que nos ayudará a entender mejor la trama de estos cinco grandes clásicos del cine. Porque si en los sueños las barreras del espacio y del tiempo son mucho más tenues, el verlas en el cine es como una fuente de crecimiento personal, es como entrar en contacto con lo mágico.
En la película alemana “El gabinete del Doctor Caligari”, se cuenta la historia de un sonámbulo que está dormido hace más de veinte años, pero que responde a cualquier pregunta que se le haga. Lo que lleva al espectador a plantearse grandes dilemas entre sueño y realidad, historia, fantasía y cordura.
La película “Fresas Salvajes”, protagonizada por Ingmar Bergman, cuenta la historia de un viaje. El trayecto es también un viaje interior hacia los recuerdos del pasado. Los distintos personajes que se van encontrado por el camino les permite hacer una comparación entre las relaciones personales y las distintas actitudes que se pueden tomar ante la vida, logrando una paz interior que les permite enfrentarse con más serenidad a lo que les espera.
El film “Otto e mezzo” dirigido por Federico Fellini es una metáfora de la situación vital por la que estaba pasando el director de cine. En realidad, una pesadilla pues se sentía estancado en una crisis creativa que no le permitía realizar su próxima película sobre la que se habían depositado grandes expectativas. Fellini nos lleva a través de una sucesión de escenas en las que se entretejen anécdotas con sus problemas con las mujeres, recuerdos infantiles y una multitud de fantasías oníricas que terminan por liberar su creatividad.
El sueño como vía iniciática
Los “Sueños de Akira Kurosawa” probablemente sea la película onírica más hermosa que se haya hecho nunca. Está compuesta por ocho cortos basado en sueños del propio director. Por ejemplo, en el corto “Cuervos” un estudiante de artes plásticas logra introducirse en las pinturas de Vincent van Gogh y encontrarse con él o el de “La Aldea de los Molinos”, que es un paraíso en el que la gente vive en armonía con su entorno, y donde la vida y la muerte humana forman parte del ciclo de la naturaleza.
Se trata de ensoñaciones dispersas, independientes, pero engarzadas entre sí por deseos, angustias y añoranzas. La historia de Yo, desde su infancia hasta su vejez, sirve para mostrar las relaciones del hombre con el mundo, el arte, la espiritualidad, y la muerte.
Finalmente, y para acabar esta primera entrega sobre "El sueño, un protagonista de cine", hablaros de la película “My own private Idaho”, que cuenta la historia de un joven que sufre narcolepsia, una disfunción neurológica que le provoca irresistibles accesos de sueño durante los cuales tienes visiones oníricas, gracias a las cuales se encuentra con su madre que le abandonó de niño. Durante su extraña travesía en busca de su madre conoce a un joven de su misma edad que vende su cuerpo más por diversión que por necesidad. El guión está basado en dos obras de Shakespeare: Enrique IV y Enrique V.
Según el diccionario de los sueños, soñar con que se está viendo una película quiere decir que se está pasando por una etapa en la que uno quiere analizarse pero sin sentirse implicado desde un punto de vista emocional. Es un claro mensaje del subconsciente, que nos avisa para que estemos preparados para afrontar dificultades de todo tipo.
Y es que ya lo decía Calderón de la Barca, en el año 1635, a través del monólogo de Segismundo en la obra "La vida es sueño":
"¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción... pues estamos en un mundo tan singular que el vivir sólo es soñar; y la experiencia me enseña, que el hombre que vive, sueña lo que es, hasta despertar.... todos sueñan lo que son, aunque ninguno lo entiende... que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son".
Estoy convencida de que el ver este tipo de películas, después de saciar nuestros deseos insatisfechos y nuestro afán lúdico y de conocimiento, puede ser un vehículo privilegiado hacia una comprensión más profunda de nuestro yo más auténtico, ese que no acaba en la piel.
Fotos | Warner Bros Pictures, Highlander Films, Svensk Filmindustri, New Line Cinema,
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