Evita la televisión, a la cama vas a dormir

¿Habéis sentido alguna vez que estáis tremendamente cansados por la mañana? ¿Que quizás necesitaríais alguna hora más de sueño para emprender mejor el día? ¿No encontráis explicación a vuestro cansancio? ¿Seguro? ¿O sois una de esas personas que un buen día decidió poner una televisión en el dormitorio?

La televisión en el dormitorio

Sí es así, no dejéis de analizar una de las posibles causas de vuestra fatiga, puesto que gran parte de la población malgasta un número elevado de horas delante de la televisión, un proceso que se intensifica cuando ésta se encuentra frente a la cama, ya que el propio cansancio es, en muchas ocasiones, el que impide apagar o discernir sobre sí lo que se esta viendo interesa o no; haciendo caer en una pequeña desidia, que incluso impide apagar el aparato de televisión.

Un emplazamiento tan acondicionado para ser confortable hace que, en muchas ocasiones, lleguéis a prolongar mucho más tiempo del que dedicaríais a este aparato sí os encontrarais sentados en un sofá, en un lugar más incómodo o simplemente frente al hecho de saber que todavía tenéis que dedicar un tiempo a solucionar pequeñas cosas antes de dormir.

Estar tumbados o acomodados en la cama, muchas veces provoca continuar viendo un programa que no nos gusta, ni nos interesa, al poder confundir que esa sensación de comodidad proviene de lo que estamos viendo, llegando incluso a dilatar este estado hasta altas horas de la madrugada. A esto hay que sumar la tranquilidad de que al no quedar nada por hacer (tan solo apagar y dormir) nos exime, en cierta medida, de agobios y prisas. Y es en esos momentos cuando no paramos a pensar que posiblemente alcanzaríamos la paz que realmente necesitamos al final del día con la televisión apagada.

¿Queréis seguir o desconectar?

Si no lo tenéis claro, pensad lo que habéis visto en la televisión las tres últimas noches ¿Seguisteis algún programa o película gratificante o tan sólo estuvisteis cambiando el canal intentando ver algo interesante sin llegar a conseguirlo? Sí la respuesta es afirmativa y habéis sido víctimas del zapping... ¿No creéis que estáis renunciando a la calidad de descanso que realmente merecéis, a cambio de nada?

Hay personas que conectan la televisión por inercia en cuanto se encuentran en la cama, sin pensar si les apetece verla o no, posiblemente buscando desconectar con la rutina del día, sin darse cuenta de que la televisión en ciertos momentos se convierte en otro tipo de rutina. Pero si de verdad os gusta, sí sois de los que no podéis renunciar a la verla o simplemente tenéis un solo aparato del que disfrutáis en vuestra habitación, sería recomendable que os pusierais un máximo de tiempo, una hora tope.

El sentido de esto es que a las horas que nos impide descansar, hay que añadir el estado de excitación, atención visual e intelectual que requiere, la no desconexión con los medios externos, tanto a nivel tecnológico como a nivel psicológico cuando sus contenidos presentan violencia, problemas o conflictos. Todo ello propicia un grado de fatiga añadida e innecesaria a horas en que lo que beneficiaría sería unas rutina dirigida a conciliar el sueño.

¿Cuantas noches habéis sentido que estáis frente a un televisor al que no escucháis, y se ha convertido en un mero ruido de fondo, con el que sois incapaces de cortar? Sí es así, y lo tenéis claro podéis intentar una solución fácil: desenchufar el aparato de la corriente eléctrica. Os aseguro que cuando estáis cansados el solo hecho de enchufarla os costará un esfuerzo, y además, este solo gesto os hará reflexionar sobre su necesidad y conveniencia, y os recordará lo que os motivó a desconectarla.

Y para los que estéis completamente decididos a acabar con la televisión en la cama, existe una medida más drástica: es trasladar la televisión a otra habitación. Os aseguro que vuestro descanso lo agradecerá ¡Yo lo he probado y no lo cambio!

Imágenes | Parker Knight, Falledlmitator.