El sentido del humor es la capacidad de disfrutar y de reír, de relativizar y de mantener una actitud positiva compartiéndola con los demás. La risa es un factor de resistencia ante el estrés y las adversidades, y ejerce también una acción positiva contra la tristeza y la ansiedad.
Todos sabemos reír, aunque a veces se nos olvida. Si nos riésemos más de las cosas que nos asustan, cambiaría nuestra actitud pues nos resultaría más fácil enfrentarnos a ellas. Si fuesemos realmente conscientes de lo mucho que la risa alivia el estrés, la depresión o la enfermedad, nos sorprenderíamos.
Reír tiene beneficios a nivel mental, corporal y emocional. La risa, al liberar tensiones, genera un estado emocional positivo y hace que nuestro cuerpo libere endorfinas - la llamada hormona del bienestar, capaz de reforzar el sistema inmunitario.
Reír mejora la comunicación
El humor fomenta la escucha, el pensamiento crítico, el aprendizaje y ¡hasta la memoria! Al favorecer esa visión tan positiva y creativa de la vida, mejora la comunicación y la relación entre las personas. Eso facilita el que se cree unión entre la gente y ambientes relajados.
Las personas que comparten risas se sienten más unidas entre sí, más cómplices, lo que ayuda a crear lazos de empatía. Cuando reímos, cambiamos nuestra forma de mirar, y también la relación que establecemos con lo que estamos viendo. Al generarse un clima positivo, se formenta un entorno de confianza mutua que ayuda a promover la ilusión, ya que favorece el pensamiento optimista. Y nos estamos refiriendo tanto al ambiente familiar, como al laboral o cuando estamos con los amigos. Esto provoca en los seres humanos un estado de ligereza, descanso y bienestar estupendo.
"Ride se sapis" (ríe, sé sabio)
Tener sentido del humor no consiste en reírse mucho ni por todo, sino aprender a ver la vida desde una nueva óptica más alegre y positiva. Reír es algo lúdico y terapéutico, es un proceso que favorece el equilibrio energético, corporal y emocional.
Lo importante no es lo que nos sucede, sino cómo nos enfrentamos a ello y lo afrontamos, y eso sólo dependerá de nuestra actitud ante la vida, y de nuestra inteligencia emocional. Cuando seamos conscientes de los increíbles beneficios que puede producir en nuestro ánimo, en nuestra mente y en nuestros cuerpos la capacidad de reír, procuraremos tomarnos la vida con mayor ligereza, volviendo a disfrutar de lo que verdaderamente es esencial: ¡vivir con alegría!
Para todos aquellos que por culpa del estrés y de las preocupaciones estén empezando a olvidar cómo ser felices, desde aquí les recordamos que la risa refuerza la confianza en uno mismo. Al liberar al niño que todos llevamos dentro, estimularemos nuestra creatividad y eso se proyectará tanto en nuestras relaciones con la pareja, la familia o los amigos, como en nuestra actitud y rendimiento laboral.
Como os decíamos al principio, en esta vida tenemos que aprender a relativizar, para evitar el dolor emocional y los sentimientos negativos que nos deprimen y nos hacen sentir cansados y angustiados, impidiéndonos dormir bien y ser productivos ¡para los demás, y para nosotros mismos!
Fotos | Allie Bjerklie, Andrew Grewcok
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