Cuenta la leyenda que en la I Guerra Mundial, un día de Navidad, las tropas alemanas e inglesas hicieron una tregua. Los soldados de un bando comenzaron a adornar sus trincheras y a cantar villancicos. Sorprendentemente, el otro bando también contestó con cánticos, fraguándose un paréntesis de paz y confraternización.
Con ese buen ambiente navideño, parece ser que uno de los soldados británicos atravesó el campo de batalla para dirigirse a sus enemigos y pactar una Tregua de Navidad. Se intercambiaron regalos e improvisaron sobre el terreno un campo de fútbol. Algo impensable, pero que según los testimonios que han dejado los soldados, ocurrió.
Sea una historia inventada o sea verdad, gusta pensar que dentro del caos y la barbarie de una guerra, podemos entendernos y sacar lo mejor de nosotros. Como no, el deporte no podía faltar. Desde luego, un bonito anuncio para disfrutar este día de Navidad.
¡Feliz Navidad, vitónicos!
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