"Citius, altius, fortius" es el lema olímpico, el ideal al que aspiran los atletas que buscan batir sus propias marcas y superar a sus rivales en la competición. En español es por todo el mundo conocido que significa "más rápido, más alto, más fuerte".
Sin embargo, aquí os quiero hablar del tratamiento de fisioterapia, como ya he hecho recientemente por ejemplo con la entrada sobre el número de sesiones de fisioterapia para recuperarse de una lesión, donde esta idea de "rápido, alto y fuerte" hay que aplicarla con precaución.
Ahora quiero hablar más bien del contenido de dichas sesiones de fisioterapia, de cómo deben hacerse para que el tratamiento sea eficaz y, sobre todo, que no sea perjudicial. Las prisas no son buenas, y tampoco hacer un mayor esfuerzo o pasarse con la intensidad va a ser provechoso, veamos por qué no debemos hacer el tratamiento.
Más no siempre es mejor
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Más rápido: Las lesiones tienen un tiempo de recuperación que se debe a que los tejidos deben repararse. Hay tratamientos que pueden acelerar los tiempos, pero las prisas no son buenas si no se sabe lo que se hace.
Apresurarse y no hacer las cosas bien, hacer la recuperación con prisas, o de forma incompleta, no va a generar los beneficios que puede aportar el tratamiento de fisioterapia realizado de forma adecuada.
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Más alto: Ya sea con movilizaciones o ejercicios, cada tratamiento tendrá unas pautas concretas para optimizar la recuperación. Hay que alcanzar los objetivos poco a poco, sin quedarse corto, pero tampoco sin pasarse.
Ejercicio más allá del rango de movilidad que permita la lesión puede generar molestias, fatiga, dolor o incluso empeoramiento de la lesión. Hay que respetar la movilidad establecida para cada etapa del tratamiento fisioterápico, irse recuperando poco a poco, sin prisa, pero sin pausa.
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Más fuerte: La intensidad es un factor clave en el tratamiento de una lesión. Una fisioterapia demasiado intensa puede generar dolores, pero en el peor de los casos puede provocar daños. Al igual que un ejercicio realizado a una intensidad superior a la que admiten los tejidos o estructuras lesionados.
Superación si, pero con planificación
Nunca debemos ser demasiado osados en un tratamiento de salud. Por quere recuperarnos antes, corremos el riesgo de no hacer las cosas bien y aumentar el tiempo de convalecencia.
Un tratamiento de fisioterapia, sobre todo si es una lesión de cierta consideración, requiere esfuerzo, sacrificio, paciencia, constancia y muchas otras cualidades.
Es necesario estar motivado y querer mejorar. Querer lograr realmente el "citius, altius, fortius", pero no a cualquier precio. No a costa de hacer un tratamiento con prisa y sin calidad. Una recuperación puede ser lenta, dura, pero, bien realizada, puede llevar a conseguir metas importantes, como volver a hacer deporte después de haber sufrido una lesión importante.
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