Siempre hemos oído hablar de la existencia del omega-3. Sabemos que es un ácido graso aliado en la salud de nuestro sistema circulatorio, ya que mejora su funcionamiento y es una de las mejores formas de prevenir enfermedades cardiacas. Pero en muy pocas ocasiones hemos oído hablar del omega-6.
Este tipo de ácido graso hasta ahora ha tenido una mala reputación, ya que la mayoría de especialistas lo recomendaban consumir moderadamente por considerar que estaba ligado a algunas enfermedades cardiacas. Pero estudios recientes llevados a cabo por la Asociación Americana del corazón, desmienten esta creencia sobre el omega-6, y van más allá, ya que han determinado que su consumo no solamente no es nocivo para nuestro sistema circulatorio, sino que puede ayudarnos a prevenir algunas enfermedades cardiacas.
El omega-6, al igual que el archiconocido omega-3 es un ácido graso poliinsaturado. El ácido linoleico y el araquidónico se consideran omega-6. Ambos son la base para que el cuerpo produzca una serie de moléculas vasoconstrictoras, inflamatorias y proagregantes plaquetares, que se relacionan directamente con las enfermedades cardiovasculares. Pero el omega-6 también interviene en la segregación de otra serie de moléculas antiinflamatorias y antiagregantes de plaquetas, por lo que no solamente tienen un efecto negativo sobre el cuerpo, sino que ambos se contrarrestan.
Partiendo de esta base, este estudio determina que la ingesta de este tipo de ácido graso no es perjudicial para nuestro sistema circulatorio como se venía pensando hasta la fecha. Los resultados de este estudio demuestran que obtener entorno a un 5-10% de nuestra energía diaria a través del omega-6 es totalmente saludable. Este porcentaje vendría a ser una ingesta total de 12 a 22 gramos de omega-6, aunque esto depende mucho de la edad, el sexo, el tipo de vida…
Es importante que desterremos la idea de que los ácidos grasos omega-6 son nocivos para la salud, ya que el organismo necesita pequeñas dosis diarias de este nutriente. Por ello tenemos que saber en qué alimentos lo vamos a encontrar, y es necesario que los añadamos a nuestra dieta para mantener una buena salud cardiovascular. Tampoco hay que pasarse, porque ahí es donde estaría el problema, y es que como todos sabemos todo es bueno en su justa medida.
Algunos alimentos que nos pueden aportar la dosis diaria de omega-6 son un puñado de nueces, almendras o cacahuetes, el aceite de girasol, la carne de cerdo, algunos pescados como las sardinas, las margarinas… Es importante que no dejemos de lado estos alimentos, que además de contener omega-6 también son ricos en omega-3, y por lo tanto los beneficios que nos van a aportar son mayores, cuidando nuestro sistema circulatorio sin que nos demos cuenta.
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