Si hablamos de la dieta del deportista, habitualmente no perdemos de vista la importancia de las proteínas y los hidratos en la misma, dada sus relevantes funciones en el desempeño deportivo. Sin embargo, no debemos olvidar las grasas en el deportista que también se requieren para optimizar su rendimiento, recuperación y demás.
Las grasas deben estar presentes en la dieta del deportista en cantidades adecuadas y siempre escogiendo fuentes de calidad, pues sobre todo se corre riesgo de no incorporar ácidos grasos esenciales que el cuerpo no produce si limitamos la ingesta de grasa.
Por otro lado, las grasas aportan energía que permite reducir la sensación de fatiga y además, resguarda el uso de proteínas para fines energéticos y cuida las reservas de hidratos que se utilizarán en plena actividad.
Una adecuada ingesta de grasas también permitirá absorber adecuadamente nutrientes liposolubles como lo son la vitamina A y E con función antioxidante.
Si priorizamos el consumo de ácidos grasos monoinsaturados, podemos obtener ventajas sobre la reducción de la inflamación, así como sobre la circulación sanguínea, algo de gran importancia para la contracción muscular y la recuperación tras el esfuerzo.
Por supuesto, podemos obtener buenas grasas y otros micronutrientes valiosas si escogemos fuentes alimenticias saludables como pueden ser el aguacate, los frutos secos, el pescado, las aceitunas, el aceite de oliva, semillas u otros.
Imagen | Purdman1
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