Todos nosotros solemos tomar refrescos a menudo ya que es una buena manera de matar la sed. Este gesto, que es muy habitual en muchos casos, ha suscitado infinidad de discusiones, ya que no sabemos si es mejor decantarnos por los refrescos sin o con azúcar.
En el mercado existen variedades de refrescos edulcorados que nos ofrecen el mismo sabor que los que contienen azúcar, pero sin apenas calorías. Este tipo de bebidas son habituales para muchas personas que las ven como la mejor manera de hidratarse, y por ello es necesario que hagamos hincapié en los beneficios o perjuicios que nos va a brindar un tipo u otro de bebida. Ante todo es importante que no nos acostumbremos a tomar refrescos por norma general.
Los refrescos azucarados contienen en su mayoría altas dosis de calorías. El problema no esta en las cifras, sino en la calidad de las mismas, ya que el tipo de azúcar que se utiliza para la elaboración de estas bebidas es por lo general refinado, algo que va muy en contra de la calidad del mismo. Al refinar el azúcar se convierte en un alimento que nos aporta glucosa que el cuerpo absorbe de forma rápida, es decir, nuestra reservas de glucógeno aumentan rápidamente lo que hace que si no lo consumimos se convierta en grasa.
El principal inconveniente de los refrescos con azúcar es su alto contenido en calorías vacías, ya que la mayoría no nos aporta otro tipo de nutriente. Por lo que no es demasiado recomendado su consumo habitual, pues nuestro peso está en juego, y junto a él la salud de nuestro cuerpo, concretamente del sistema circulatorio, ya que un exceso de grasa es el peor enemigo para las paredes de los capilares.
Del otro lado están los refrescos edulcorados, es decir, a los que no se les añade ningún tipo de azúcar, pero se endulzan con sustancias químicas conocidas como edulcorantes. Este tipo de productos son totalmente artificiales. Sí que es cierto que no nos brindan ningún tipo de caloría, pero por el contrario nos ofrecen el riesgo de padecer enfermedades e incluso cáncer. A pesar de estar permitidos por sanidad, este tipo de edulcorantes pueden llegar a tener efectos secundarios en el organismo.
La forma habitual de actuar de estas sustancias endulzantes es acumulándose en el organismo, pudiendo llegar a provocar trastornos físicos como enfermedades, alergias, intoxicaciones, cáncer… Es por ello importante que no recurramos siempre a los refrescos edulcorados ya que no es la mejor solución. Como alternativa saludable y llena de beneficios tenemos los zumos naturales de frutas, que son un buen refresco bajo en calorías y cargados de vitaminas necesarias para el buen funcionamiento del organismo.
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Pablo
"pero por el contrario nos ofrecen el riesgo de padecer enfermedades e incluso cáncer"
Bueno... no exageremos sin al menos tener un poco de idea de lo que estamos hablando.
Es cierto que estos endulzantes químicos, sintetizados artificialmente, no son inocuos, por lo tanto resultan tóxicos en cantidades industriales, igual que el azúcar o cualquier otra sustancia resulta tóxica en cantidades industriales.
La sacarina (E954) y el ciclamato de sodio (E952) son sustancias químicas que han sido objeto de mucha polémica por ciertos estudios realizados en los años 70 con ratas. Se sometía a los animales a cantidades desproporcionadas de estas sustancias, y a muchas de las ratas se les diagnosticó cáncer de vegija, pero no porque estas sustancias sean cancerígenas, sino porque a la hora de eliminar estas sustancias, el sodio presente en ellas provocaba una agresión muy fuerte en la vegija de las ratas que favorecía la proliferación celular (el crecimiento celular desorbitado, es decir, el cáncer).
El sorbitol es una sustancia que se encuentra en el propio cuerpo humano, y como todas, evidentemente es nocivo (no cancerígeno) en un consumo desproporcionado y excesivo, provocando dolores renales. El xilitol es exactamente igual que el azúcar, no es dietético, pero tiene la ventaja de cuidar la dentadura, y su único efecto secundario puede ser el laxante. El acesulfamo-k es químico y no se acumula en el organismo, es excretado en su práctica totalidad. Estas sustancias tienen un poder endulzante cientos de veces superior al del azúcar, por lo que requieren de cantidades muuuuuuuuuuuuuy pequeñas. Por poner un ejemplo, en el caso del aspartamo (E951), la ingesta máxima diaria para una persona de 70 kilos es de unos 3.000 mg. Los estudios más pesimistas y que están sembrando la polémica hablan de rebajar el límite a la mitad, unos 1.400 mg. Un botellín de coca-cola light/zero de 25cl lleva 125 mg de aspartamo, por lo que para alcanzar esos límites una persona tendría que beber del orden de 3 litros de coca-cola al día, pero no un día solo, sino como hábito diario a lo largo del tiempo. En el caso de consumir 3 litros de coca-cola con azúcar a diario, estaríamos hablando de una obesidad casi segura, con un riesgo para la salud muchísimo mayor.
Tomar un vaso, dos, tres vasos al día es un hábito completamente inocuo para el organismo. En exceso, todo es perjudicial, el azúcar, los minerales, las proteínas, los hidratos, el colesterol, etc etc etc. Consumo con responsabilidad
Pablo
Y por cierto, el aspartamo no está prohibido en ningún país del mundo.
gryf
Ojito con los edulcorantes artificiales como el aspartamos. Muchos suplemenos deportivos están empezando a eliminarlo de sus fórmulas... A ver si cocacola toma ejemplo..
gryf
PD: Se me olvidó decir que muchos productos, en sus fórmulas ocultan la palabra aspartamos para no perder clientes, y en su lugar usan el nombre del compuesto químico, en el caso del aspartamo E951. Cocacola zero, es un buen ejemplo. Muchos países tienen vetado este tipo de edulcorante. A veces es preferible consumir azúcar.
Morthylla
Gracias, Pablo, yo estaba pensando lo mismo.
Andra
Completamente de acuerdo con Pablo. Hay que documentarse un poco y no fundamentar lo que dicen en leyendas urbanas de cadenas de mails.