El ejercicio físico y el deporte son saludables, pero claro, toda actividad conlleva un riesgo de lesión. Antes o después, un deportista profesional o aficionado terminará sufriendo algún tipo de lesión. Además de la recuperación física, es necesario un entrenamiento psicológico para ayudar a recuperarse de la lesión.
Además del daño físico y de los problemas (mayores o menores) para la recuperación, puede aparecer inseguridad, miedo, pérdida del hábito de ejercicio, o ansiedad y frustración por no poder practicarlo. Un adecuado entrenamiento psicológico en deportistas y entrenadores ayuda a mejorar la recuperación después de una lesión deportiva.
Afrontando las inevitables lesiones
Por desgracia no es raro que un deportista (hablamos siempre de profesionales o aficionados) se plantea un objetivo y, pocas semanas antes de conseguirlo (un partido importante, batir una marca...) sufre una lesión que lo obliga a dejar de entrenar.
Si la lesión es leve, la recuperación física normalmente será suficiente para volver en poco tiempo a practicar ejercicio al mismo nivel competitivo. Sin embargo, en una lesión moderada o grave, además del componente físico y el aumento considerable del tiempo de recuperación, existe un potente componente de frustración psicológica, así como otras sensaciones negativas, como miedo, incertidumbre, ansiedad, etc.
El artículo que enlazo al final comenta el caso de un estudio realizado en 1998 en el que se emplearon registros y entrevistas con entrenadores y terapeutas de Australia y Canadá que atendieron a deportistas lesionados.
De este estudio se obtuvo, entre otras conclusiones, que el entrenamiento en destrezas psicológicas y el aprendizaje de métodos para hacer frente a las respuestas psicológicas que se producen como consecuencia de la lesión aumentan la efectividad del tratamiento.
Volver a practicar deporte sin haber solucionado todos los problemas de la lesión (ya sean físicos o secuelas psicológicas) provocan ansiedad y frustración en los deportistas. Esto provoca una actitud negativa durante la recuperación y disminuye el éxito del tratamiento.
Recuperación a nivel físico y mental
Por lo tanto, lo ideal será prestar un fuerte apoyo psicológico, mediante un tratamiento realizado por un equipo de profesionales, donde es interesante que cada profesional así como el deportista hayan recibido formación sobre técnicas de afrontamiento para estar preparados antes de que se produzca la lesión.
Una vez más, la prevención es un arma muy valiosa. Dotar de herramientas al deportista lesionado como al profesional que lo atienda ayudará a optimizar la recuperación, tanto física como a nivel de fortaleza mental.
Imagen | JMR_Photography
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