Después de haber abordado el comienzo en la primera entrada sobre cómo acceder y qué se hace en las sesiones de fisioterapia cuando has sufrido una lesión deportiva, vamos a continuar dando más información sobre este tema.
En la primera entrada, enlazada en el párrafo anterior, hemos destacado la importancia de la evaluación y reevaluación, para conocer el alcance de la lesión y poder planificar el tratamiento fisioterápico. Sigamos hablando en esa línea.
En fisioterapia no sirven las recetas rígidas
Al acudir a fisioterapia, no recomiendo hacerlo pidiendo tal o cual tratamiento porque se lo has visto a un deportista famoso o porque un amigo que se lesionó recibió ese tratamiento y le fue bien.
Por ejemplo, acudir a que te pongan vendajes de colores sea cual sea tu lesión, porque se lo has visto a los deportistas y tu vecino se los puso y dice que le fue bien. Tampoco pedir que te den masaje sí o sí, que te "crujan los huesos" o que te pongan EPI como a los deportistas de élite.
Como digo, es fundamental valorar el caso, a la persona, el alcance de la lesión, las capacidades físicas, la situación previa, el deporte o actividad física que realiza... Y, teniendo en cuenta todos estos factores, pactar unos objetivos a corto, medio y largo plazo.
Una vez que se ha realizado todo este proceso, entoces habrá que buscar las técnicas más adecuadas para conseguirlo. Algunas serán pasivas, como las que hemos mencionado, pero gran parte de las técnicas serán activas; es decir, ejercicios.
No preguntes ¿qué me vas a hacer? Sino ¿qué puedes hacer tú mismo para mejorar?
Cuando vayas al fisioterapeuta por una lesión que has sufrido haciendo ejercicio, pregúnta siempre, siempre qué puedes hacer tú para mejorar tu lesión.
El fisioterapeuta, y los demás profesionales sanitarios que te atiendan, podrán hacer cosas por ti, pero lo más determinante para que mejores es lo que tú hagas, siguiendo las indicaciones que te den, sin hacer menos, pero tampoco más de lo que te han dicho que tienes que hacer (por eso hablo de que es necesario pactar los objetivos y la forma de alcanzarlos).
En el tratamiento te realizarán técnicas pasivas y algunas activas. También te indicarán qué puedes hacer en casa, pues es una parte fundamental de la recuperación. Estas indicaciones pueden ser tanto ejercicios que debes realizar (te deben dar pautas precisas: explicar los ejercicios, cómo hacerlos, cuándo hacerlos, cuántas repeticiones...) como (y esto también es muy importante) cosas que no debes realizar: esfuerzos que puedes hacer y los que no, ejercicios que pueden provocarte daño, tareas que debes evitar por ser potencialmente dañinas... Asegúrate de comprender todo, preguntar las dudas, y seguir las instrucciones.
Y hasta aquí esta segunda entrada. Continuaremos hablando de lesiones deportivas y cómo afrontar el tratamiento fisioterápico. Si tenéis dudas u observaciones, dejadlas en los comentarios.
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