Los viejos rockeros nunca mueren y, aunque el protocolo RICE tiene ya sus años y han surgido otros más actualizados, todavía se sigue aplicando, de manera errónea en muchos caso.
Recordemos que RICE hace referencia a la aplicación de reposo,hielo, compresión y elevación para hacer frente a lesiones como las que ocurren en el deporte. Repasemos por qué esto no es lo más adecuado y qué alternativas hay:
Reposo: por qué no está indicado casi nunca
Se sigue indicando reposo por encima de nuestras posibilidades. Esguinces leves, traumatismos leves, agujetas leves post ejercicio, mujer embarazada sin problemas importantes de salud, caída en personas mayores...
Por miedo, por duda, por no saber muy bien lo que hacer, se sigue indicando reposo en problemas en los que no solo no ayuda, sino que puede ser contraproducente.
Hemos hablado del caso de los esguinces, donde inmovilizar no está indicado en los casos leves, pero se siguen realizando inmovilizaciones con yeso pese a ser algo que va en contra de la evidencia actual.
En caso de realizar reposo, debemos remarcar que sea relativo, es decir, reposo de esfuerzos que puedan empeorar la lesión pero no de otro tipo de actividades o ejercicio. Para saber qué movimientos podemos hacer, debemos consultar con profesionales sanitarios.
También hay técnicas como el vendaje funcional que permiten limitar movimientos para evitar acentuar la lesión, pero seguir apoyando y realizando otros movimientos que sean seguros.
Hielo, bueno en su justa medida
El uso del hielo puede estar indicado para aliviar el dolor y la inflamación, en caso de que estos sean desproporcionados o se prolonguen en exceso durante mucho tiempo.
Sin embargo, no olvidemos que la inflamación es un proceso del organismo mediante el cual busca la reparación, por ello es bueno evitar el exceso de inflamación en ciertos casos, pero no en todos. Debemos tener en cuenta que la inflamación no es el enemigo.
Compresión y elevación
Si bien el reposo está claro que hay que evitarlo cuando se pueda, y reducirlo al mínimo cuando no haya otro remedio, en cuanto a compresión y elevación sí que tienen más sentido, siempre que se integren dentro de un programa activo de recuperación.
La compresión puede ayudar al retorno venoso, también un vendaje compresivo puede servir para dar estabilidad y firmeza sin evitar mantenerse activo.
En cuanto a la elevación, es una medida que tampoco es problemática, si no se asocia a un reposo prolongado. Es decir, hacer descansos breves en los que se mantenga la zona lesionada en elevación, pero buscando que el tratamiento y la recuperación sean activas.
¿Qué protocolos son más adecuados que el RICE?
Ya hablamos en su momento de que el RICE estaba bastante cuestionado, aunque sigue siendo muy aplicado, por eso lo volvemos a recordar. El método PRICE (añade la P de protección de la zona lesionada) es bastante parecido al RICE, por lo que tampoco es el más recomendable en todos los casos.
Otro método algo más actualizado es el POLICE: Protección, carga óptima (optimal loading), hielo, compresión y elevación.
Es decir, modifica RICE y PRICE eliminando la idea de reposo y sustituyendo por carga óptima, entendiendo este concepto como la realización de ejercicio y trabajo activo que favorezca la recuperación. Sigue incluyendo el uso del hielo (ya hemos visto que mejor con moderación) y la compresión y elevación.
No es un mal protocolo, y es adecuado en ciertos casos. Está más actualizado que los anteriores, y resulta de utilidad en ciertas lesiones. Pero hay que valorar la necesidad de hielo, compresión y elevación, así como el uso adecuado de carga. Por todo ello, estos protocolos deben estar guiados por profesionales sanitarios.
Y otro protocolo todavía más centrado en lo activo es el MEAT: En él ya directamente nos olvidamos de todo lo que sugiera pasividad. Nada de hielo, compresión, elevación... MEAT hace referencia a Movimiento, Ejercicio, Analgésicos (si son necesarios, indicados por nuestro médico) y Tratamiento específico, según necesidad.
En medicina, y en fisioterapia, hay muchas técnicas para ayudar a reducir el dolor y mejorar la movilidad, fuerza, mantenerse activos y poder recuperarse de las lesiones de manera precoz, pues así se evitan problemas derivados de la inmovilidad y se puede hacer una mejor recuperación pensada en la readaptación para evitar recaídas y nuevas lesiones.
El trabajo de tipo propioceptivo es muy interesante de cara a prevenir lesiones, por lo que no estaría mal añadir esta "P" a los protocolos.
Imágenes por Chutima Chaochaiya y Serafino Mozzoen Shutterstock (con derechos de autor)