Desodorante o antitranspirante: ¿con qué me quedo?

Existe la extendida creencia de que un desodorante y un antitranspirante es lo mismo. Si bien la función de ambos está encaminada a mantener la higiene personal en lo relativo a la sudoración, el primero neutraliza solo el olor gracias a la presencia de sustancias antibacterianas, mientras que el segundo reduce la liberación del sudor.

Algo sobre los antitranspirantes

La función primordial de los antitranspirantes es regular la humedad mediante sales de aluminio que funcionan disolviéndose al entrar en contacto con el sudor, regulando la cantidad que segregan las glándulas sudoríparas. Las axilas además de favorecer una sudoración excesiva, son proclives a mantener el calor y la humedad, por lo que la utilización de este producto resulta idónea, ya que hace posible disminuir la transpiración al reducir la liberación del sudor.

Los desodorantes

Los desodorantes neutralizan el mal olor provocado por el sudor, controlando así la reacción por el calor y humedad de las bacterias que se alojan en la piel. Su composición suele contener alcohol, agentes hidratantes y fragancias que aportan buenas sensaciones y frescor, pero por sí solos no controlan la transpiración.

¿Qué elegir?

La disyuntiva ante estos dos beneficios hace que lo más indicado sea la elección de productos que combinen las dos funciones. ¿Lo ideal? Sería optar por un antitranspirante efectivo que además incluya en su fórmula agentes desodorantes. Para favorecer esta posibilidad resultan ideales gamas que incluyan un determinado número de fragancias entre las que elegir la más adecuada a cada preferencia, contemplando la posibilidad de cuidar la piel mediante agentes hidratantes adecuados y atender a supuestos en los que se necesite atender pieles sensibles.

Todo lo anterior en la búsqueda de la mayor eficacia antitranspirante y el bienestar que aporte una inmejorable sensación de limpieza y frescor.

Exponente de una adecuada combinación es la gama para mujeres Rexona Maximum Protection en la que sus agentes antitranspirantes crean una capa de protección dejando que la piel respire, mientras que sus componentes aportan sensación de limpieza y frescor, fragancia floral o cuidado específico de la piel sensible.

Sin olvidar...

Es fundamental ser consciente de que para obtener y optimizar la efectividad de antitranspirantes y desodorantes, su utilización siempre ha de ir precedida de una correcta higiene personal, que debe ser diaria y atender a los cambios que pueden variar la temperatura, tanto internos, ya sean provocados por una digestión, alimentación, cambio hormonal..., o externos como variaciones climáticas, trabajos o actividades que impliquen un mayor esfuerzo o aumento de temperatura. Asimismo, se debe vestir ropa limpia, recurrir a su cambio cuando sea necesario y nunca vestir prendas que con anterioridad hayan sufrido los efectos de la sudoración. No dudéis en consultar a nuestro experto cuando tengáis una duda.

Gracias a una asociación equilibrada hoy en día se puede disfrutar de excelentes productos que garantizan un máximo bienestar y seguridad debido a los beneficios de un antitranspirante y los agradables efectos de sus componentes.