Comienza la temporada de calor, pero este verano no tiene porqué ser un motivo para preocuparse. Hoy vamos a dar algunos buenos consejos para evitar el olor corporal y las molestias que siempre conlleva.
¿Por qué aparece el mal olor? ¿Cómo eliminarlo?
Existe la creencia de que el sudor huele mal, pero en realidad el sudor es inodoro, lo que ocurre es que al entrar en contacto con las bacterias que se encuentran en nuestra piel y nuestro vello de forma natural sí puede dar lugar a malos olores.
La humedad propicia el incremento de estas bacterias por lo que mantener las axilas secas con la ayuda de un buen antitranspirante es un primer paso para evitarlo.
Otro punto fundamental es cuidar al máximo la higiene. Podemos complementar la ducha diaria con un jabón antibacteriano que combata estos microorganismos y escoger un antitranspirante con fragancia que además de controlar el sudor nos proporcione una sensación de frescor duradera.
La ropa también es un aspecto clave, ya que si no está limpia y alberga bacterias, estas al entrar de nuevo en contacto con el cuerpo volverán a causar malos olores. Además sobreviven en la ropa húmeda, así que es recomendable lavarla a alta temperatura y secarla bien, si es posible al sol.
Los tejidos de fibras sintéticas favorecen el exceso de sudor, así que optar por fibras naturales también ayuda a reducirlo.
Por último, aunque no menos importante, también tenemos que vigilar la alimentación. En general las comidas muy copiosas aumentan la temperatura corporal y hacen sudar más, por lo que optar por una dieta sana y más ligera es la mejor opción.
No nos olvidamos de los pies
A parte de todos los consejos mencionados (usar un antitranspirante, buena higiene, ropa limpia y cuidar la alimentación), que sirven para evitar el olor en todo el cuerpo, queremos puntualizar algunos consejos específicos para los pies.
Estos pueden ser más propensos al desarrollo de hongos y bacterias y por eso es importante, sobre todo en estas fechas, evitar pisar descalzo sitios húmedos donde va mucha gente también descalza, como duchas o alrededores de las piscinas.
El calzado es muchas veces el causante del mal olor de pies, por impedir que la piel transpire. Si unos zapatos nos hacen sudar, lo mejor es cambiarlos directamente por otros.
Unas sandalias holgadas en verano son una buena solución, pero si tenemos que llevar zapato cerrado y calcetines, mejor que sean de fibras naturales o incluso antibacterianos.
También es recomendable poner los pies en remojo una vez al día en agua con sal, vinagre o té negro. Después de una caminata sienta de maravilla y hará que volvamos a sentir los pies frescos y listos para volver a ponerse en marcha.
En Espacio Rexona Maximum Protection:
Imágenes | Guigo .eu | Bruce Guenter | Pink Sherbet Photography
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