Llegar al trabajo a tiempo es el primero de los motivos que suelen alterar la tranquilidad por la mañana. Arreglarse con prisas, desayunar “volando” y la mayoria de los días coger el coche para comenzar a padecer un alto grado de ansiedad en cuanto se para en un semáforo o atasco. Autobús o metro llenos de gente, prisas, calor, nervios y… ¡comenzáis a sudar! ¿Recién duchados! ¡No es posible! Un mal comienzo de día; y sudar os pone más nerviosos… ¿Se puede comenzar de nuevo esta historia? ¿Volver a empezar? Podéis dar una nueva oportunidad a la mañana y buscar otro estilo de vida.
Prever, merece la pena.
Dedicar la noche anterior tan solo 10 minutos a lo que os habrá de ocupar por la mañana, merece la pena. Pensar en la ropa que os pondréis os ahorrará tiempo, energía y nervios por la mañana. Podéis evitar, de esta manera, acabar vistiendo con lo primero que cojáis en el armario, que por culpa de las prisas en muchos casos no es lo más apropiado cuando se habla de sudoración, y hará que estéis incómodos durante el resto del día.
Un traje, camisa, blusa, un pantalón no demasiado justo, o la ropa interior es fundamental para sentirse cómodos durante la jornada laboral. Si aun así tenéis miedo a sudar podéis repasar unas pautas relativas a la indumentaria explicadas en el post La vestimenta: ese gran aliado para la sudoración. Junto a todo lo que en el post se explica se ha de tener en cuenta, como base, la importancia de vestir ropa holgada que os facilite libertad de movimientos y seguridad, además de tejidos naturales y transpirables.
Planea las eventualidades
Si tenéis una entrevista o reunión será un motivo más para acertar con la indumentaria y si sois propensos a sudar o pensáis que tendréis situaciones comprometidas estresantes o lugares calurosos, no descartéis nunca la posibilidad de llevar con vosotros una segunda prenda en el coche, maletín o bolsa de trabajo. Hay que pensar que aunque esté algo arrugada, os compensará la sensación de seguridad y limpieza que nos aportará en caso de emergencia.
Si debéis llevar papeles o material se pueden dejar preparado y guardados la noche anterior y si tenéis que acudir a una cita en un lugar nuevo o hacer un itinerario desconocido preparadlo con suficiente antelación, el día anterior; parada de metro autobús o zona donde aparcar. Con las aplicaciones de vuestros móviles podéis calcular hasta el tiempo que durará el trayecto. Esto ahorrará situaciones estresantes de última hora.
La mañana puede ser diferente
Se debería valorar si realmente os merece la pena 15 o 20 minutos mas de sueño cuando la mañana supone momentos de estrés y probablemente os ocasiona estar incómodos el resto del día. Acostarse un poco antes es una buena medida para poder madrugar un poquito más, y seguro que ese programa de televisión no merece tanto la pena.
Por la mañana agradeceréis levantaros 15 minutos antes, durante los cuales podréis desayunar, asearos y preparar las cosas con calma y tranquilidad, lo que evitará nerviosismo y descontrol. Se trata de una buena manera de comenzar el día, disfrutar de ese pequeño margen de tiempo y encarar la jornada con una nueva perspectiva.
Unas buenas medidas
Por la noche os podéis aplicar un antitranspirante de larga duración y por la mañana la ducha será algo más relajante con esos minutos de más que os habréis dado, y disfrutaréis de vuestro momento de higiene como algo más que un mero trámite.
Nunca olvidéis poneros un antitranspirante, que os proporcionará la absoluta seguridad de estar protegidos frente a cualquier eventualidad; y la confianza es serenidad. Con todo esto podréis disfrutar en vuestro camino al trabajo, y seguro que hasta en vuestra cara se dibuja una sonrisa.
En Espacio Maximum Protection
Imágenes | Jacopo Romei, Jakuza, mislav-m
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