La sudoración excesiva, los sofocos y los bochornos son tres de las cosas más características y más incómodas de la etapa de la menopausia en las mujeres. El climaterio, la etapa que la precede, se caracteriza por el comienzo de los cambios hormonales que suceden en el organismo de la mujer, comenzando la menopausia en el momento del último período.
Por norma general nos referimos a menopausia como todo el proceso que se desencadena anterior y posteriormente al último período: el cuerpo deja de producir óvulos y la segregación de estrógenos (la hormona femenina) se ve restringida. Los sudores y sofocos son molestos síntomas asociados a la menopausia de los que podemos minimizar sus efectos con unos simples consejos.
¿Por qué suceden los sofocos y sudores?
Como hemos dicho, durante el climaterio se producen una serie de desequilibrios hormonales que afectan al cuerpo de la mujer. Estos cambios en la producción de hormonas afectan el funcionamiento del hipotálamo, que se encarga de la regulación de la temperatura corporal. Debido a estos se producen episodios de sofocos y bochornos, acompañados de sudores, que suelen ser seguidos por escalofríos.
Estos sofocos y sudores aparecen sin previo aviso, pero sobre todo en las horas nocturnas, afectando de esta manera a la calidad del sueño. Su duración suele ser de entre cuatro a diez minutos, y van acompañados de aceleración del corazón y del sistema respiratorio.
Algunos consejos frente a los sudores de la menopausia
Siguiendo unas sencillas pautas que exponemos a continuación podemos minimizar los efectos de estos episodios de sudoración excesiva y sofocos:
Junto con los sofocos es muy común la sensación de irritabilidad y ansiedad: por esto el control emocional del estrés puede sernos de gran ayuda. Dominar nuestros nervios y tomar el control de la situación hará que estos episodios de sofocos pasen rápido y de la mejor forma posible.
Debemos reducir en nuestra alimentación el consumo de cafeína y de alcohol, ya que ambos afectan negativamente al control de la ansiedad, sobre todo en este período de la vida de la mujer. La cafeína altera nuestro sistema nervioso: debemos bajar la dosis gradualmente hasta reducirla al mínimo o eliminarla por completo.
Una buena hidratación es indispensable en todas las etapas de nuestra vida, pero más aún si durante la menopausia se sufre una excesiva sudoración. La eliminación de agua en el organismo a través del mecanismo de la sudoración implica que también estamos perdiendo otras sustancias como sales minerales que es necesario reponer. Nosotros mismos podemos elaborar una bebida isotónica casera que nos ayude a mantenernos hidratados.
La actividad física es importante al llegar a la menopausia: no debemos limitarnos al ejercicio cardiovascular, sino también centrarnos en ejericios que mejoren nuestra fuerza muscular y nuestros huesos (es en esta época cuando la osteoporosis comienza a hacer mella en las mujeres). La actividad física realizada de forma regular nos ayudará a mantenernos sanas y en nuestro peso y a controlar el estrés emocional.
Proteger nuestra piel con un desodorante de larga duración que nos haga sentirnos seguras frente a estas situaciones de sofocos y excesiva sudoración.
Recibir el apoyo de nuestra familia y de las personas más cercanas a nosotras hará que estos episodios pasen mucho más rápido y no afecten a nuestra salud emocional más de la cuenta.
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