Una buena hidratación y una alimentación saludable son fundamentales para el funcionamiento óptimo de nuestro organismo. Si además practicamos deporte, aumentaremos nuestro bienestar, pero también nuestras necesidades hídricas y nutricionales. Cuando hacemos ejercicio la temperatura corporal se eleva, el cuerpo aumenta la secreción de sudor para refrigerarse y esto hace que perdamos agua corporal. ¿Cómo compensamos esta pérdida? A continuación te contamos cuándo es el mejor momento para beber y las claves para hidratarte correctamente.
Imprescindible antes de entrenar
La sed es un indicador que nos avisa de que necesitamos reponer líquidos y que siempre debemos tener en cuenta. Aun así, si queremos conseguir una buena hidratación, que nos ayude a mejorar nuestro rendimiento deportivo, es recomendable empezar a beber agua desde que nos levantamos, y seguir haciéndolo a lo largo del día. Lo mejor es hidratarnos regularmente y en pequeñas cantidades.
Beber agua antes de entrenar contribuye a mantener nuestros músculos y articulaciones bien hidratados, así estaremos más preparados para afrontar el esfuerzo que nos espera y reduciremos el riesgo de lesiones.
Aunque siempre es benéfico anticiparnos a la deshidratación, también hay que tener en cuenta que si vamos a competir, por ejemplo, en una carrera popular o en un partido de fútbol, es mejor dejar de beber un par de horas antes del inicio, para permitir la absorción de líquidos y no tener que parar a la mitad de la competencia para tener que ir al baño.
También mientras practicamos deporte
Aunque existen algunos falsos mitos que dicen que beber durante el ejercicio nos puede producir flato o hacer que empeoren nuestros resultados, si lo hacemos de la forma adecuada, con agua fresca pero nunca muy fría, y a pequeños sorbos (no toda la botella de golpe), conseguiremos reemplazar a buen ritmo las pérdidas por sudoración, evitando sentir fatiga antes de tiempo.
En el gym no olvides tu botella de agua, tanto si vas a hacer pesas, para lo que tendrás suficiente con una de más o menos medio litro, como si vas a practicar alguna clase colectiva de ejercicio aeróbico, para la que ya puedes preparar un litro de agua por lo menos, ¿te imaginas pasarte toda la clase de spinning sin beber? Imposible, ¿verdad? Pues escucha a tu cuerpo y bebe cuando tengas sed, eso sí, con cuidado y lentamente. Si bebes mientras corres, ¡entrena para no atragantarte!
Reponer líquidos al final
Hidratarnos después del entrenamiento es vital, en ese momento podemos beber agua o si el esfuerzo ha sido importante utilizar de vez en cuando alguna bebida isotónica, con la que reponer también hidratos de carbono y sales minerales.
Cuando hacemos deporte sudamos, perdiendo sobre todo agua y en menor medida electrolitos (sodio, cloruro, potasio...). También se da una mayor evaporación respiratoria, debida a la ventilación pulmonar, por eso necesitamos ingerir líquido después del ejercicio, en función de la intensidad y duración del mismo, así como de las condiciones climáticas.
La importancia de hidratarse correctamente
Resumiendo: el mejor momento para beber mientras practicamos deporte es antes, durante y después. Al fin y al cabo el agua es el principal componente de nuestro organismo (un 65%) y es imprescindible para nuestra existencia.
En cuanto a nuestro rendimiento deportivo, la deshidratación afecta a nuestras funciones motoras, pero también a nuestra actividad mental. Así que si no bebemos lo suficiente no solo estaremos más cansados y torpes, si no que es muy probable que acabemos pasándole el balón a alguien del equipo contrario o tropezando con algún compañero de pilates, por no estar atentos al entorno.
Hay que beber con control y encontrar la medida justa que nos favorezca, si nos pasamos podemos sufrir molestias estomacales o incluso, a largo plazo, hiponatremia. Para saber más sobre cuánta agua nos conviene beber al día, no te pierdas la Gran Guía de la Hidratación de Coca-Cola Journey México, sin olvidar que la hidratación también se obtiene a través de los alimentos, especialmente frutas y verduras. ¿Tienes ya tu botella de agua a mano?