Siete consejos para iniciarse en el trail running

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Si estás leyendo esto, runner, es porque quizá lo hayas pensado más de una vez. ¿Qué corredor no ha fantaseado con cambiar (aunque sea por un día) la ciudad por la montaña, el asfalto por camino y roca?

Pese a su aparente dureza, convertirse en un corredor de montaña está al alcance de muchos runners, pero ello requiere que se asuman una serie de cambios no poco importantes. Para empezar, se debería modificar el entrenamiento. Para cumplir esta misión, resulta muy útil alejarse de la ciudad asfaltada.

Esta es una de las más grandes motivaciones del corredor de montaña. La elección de ruta puede modificarse incluso en mitad del trayecto y, además, aderezarse con peripecias técnicas. Si te planteas la montaña, ten paciencia porque se avecinan cambios en tus rutinas.

Para acometerlos de forma relajada, es ideal desplazarte hasta las zonas más privilegiadas para el trail running en un vehículo como el SUV Citroën C5 Aircross Hybrid. Existen curiosos paralelismos entre la versatilidad del corredor de montaña y la de este todocamino.

1) Cambia el chip aeróbico

Tus minutos por kilómetro van a subir y lo sabes. La misma transición van a sufrir la gestión y el control de tus energías. Si circulamos en coche, ¿consume lo mismo y vamos a la misma velocidad por autovía que subiendo y bajando puertos de montaña?

Iniciarse en montaña implica comenzar afrontando una serie de cambios. Por eso, se debería prestar mucha atención a cómo vamos a adaptar el entrenamiento a nuestras nuevas necesidades. Conviene marcarse, de inicio, objetivos no demasiado ambiciosos. En función de los mismos, podremos introducir las nuevas rutinas de forma suave y progresiva.

Dada la naturaleza del trail running, hemos de observar las palabras resistencia y fondo de un modo diferente. Existen múltiples fórmulas para potenciarlos. Pero cuidado, no hace falta volvernos locos y comenzar a sumar horas y horas corriendo a baja intensidad.

Sí, puede que necesitemos dedicar cierto tiempo y sesiones específicas a aumentar la resistencia, pero dependerá de cada corredor y su capacidad de asimilación de esfuerzos. La programación en este apartado es fundamental, para no descuidar el trabajo en otras zonas no menos importantes del espectro cardíaco.

2) Zapatillas: elige bien

Trail Running Iniciacion

Rutas escarpadas, técnicas y por zonas húmedas requieren suelas que muestren un agarre adicional. Por el contrario, si no vamos a abandonar el sendero, bastaría potenciar este aspecto en la suela de forma más moderada.

Nuestro peso y los ritmos que asumiremos también influyen en la elección del calzado. Si lo que pensamos es en la iniciación, es prudente buscar unas zapatillas algo más pesadas, pero con un agarre que nos aporte un extra de estabilidad. Siempre hay tiempo de rectificar según vayamos dominando la carrera fuera del asfalto.

3) Prepara tu pisada y, por ende, tus tobillos

Lesiones, dolores, molestias... esas temidas palabras que rondan la cabeza del runner que se inicia en montaña. Para sumar garantías y ahorrarnos algún que otro quebradero de cabeza, es recomendable planificar otras tantas áreas del entrenamiento.

Una de ella es la propiocepción. El firme por el que corrías ya no es firme. De ahí que se haya de vigilar dónde se pisa, para que la transición sea lo más regular posible. Poco a poco iremos acostumbrando a nuestros tobillos a este territorio, más hostil por lo accidentado e inesperado, pero más amable que el duro asfalto a otros niveles.

4) Refuerza, refuerza y refuerza

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Esto, a su vez, implica introducir nuevas rutinas en las que el entrenamiento de fuerza cobra una nueva dimensión. Se ha de prestar atención a la evolución del tren inferior, para encontrar ejercicios de fuerza que refuercen la musculatura específica y salven a las articulaciones de malos tragos.

Es algo muy beneficioso para el corredor habitual y que, en el caso del trail running, se ha de insistir y personalizar aún con más motivo. Igualmente, se debería prestar atención a cómo reaccionan el tronco a los impactos de la carrera. No está de más trabajar, de forma concreta, las zonas abdominal y lumbar.

5) Vístete para la ocasión

El trail running requiere de nosotros algo más de celo a la hora de elegir indumentaria y complementos. Aparte de las diferencias en el calzado, tendremos que elegir un tipo de equipamiento que nos abrigue de forma muy específica.

Si apuntamos hacia la montaña, hay que estar preparado para soportar cambios muy radicales en lo que a climatología se refiere. Planificar se convierte en un verbo aún más importante para paliar situaciones imprevisibles, dependiendo de la zona y la época del año.

No conviene subestimar este factor. Sin ir mucho más lejos, los cambios de temperatura durante una misma sesión penalizan de forma considerable nuestro rendimiento y evolución.

6) El factor técnico

Una de las señas de identidad del trail running es la exigencia técnica que reclama de los corredores. La mente y la musculatura específica del corredor cambian a la par que lo hacen el tipo de pendientes y la irregularidad del terreno.

Se podría decir que el factor más o menos técnico de la ruta obliga a tomar más decisiones, coordinar de forma más efectiva la pisada y todo movimiento en favor de mantener el ritmo. La propia planificación de cómo vamos a atacar determinados tramos resulta muy distinta y (tarde o temprano llegará ese sentimiento) divertida.

7) Di hasta luego al asfalto

Citroen C5 Aircross Hybrid

Puede que eches de menos tus rutinas, tus sensaciones, tu pulso habitual o tus ritmos. Puede que te entren tentaciones de volver a la ciudad. No desesperes y tómate el tiempo que necesites

Ten en cuenta que convertirse en un corredor de montaña no es algo que se produzca de la noche a la mañana. Sea o no fructífera tu aventura, tus vacaciones del asfalto sumarán experiencia para convertirte en un corredor más polivalente.

En busca de la ruta a bordo del SUV Citroën C5 Aircross Hybrid

Para llegar a tu objetivo, primero has de encontrar la ruta. Para eso, un modelo híbrido enchufable como el SUV Citroën C5 Aircross Hybrid puede ayudarte. Su naturaleza SUV, es decir, de todocamino, coincide con las necesidades del corredor de montaña.

Lo hace con un doble motor cuya vertiente eléctrica favorece consumos y ahorros de récord pero que, de necesitarlo, encuentra en su propulsor una aceleración fulgurante.

Emula de este modo la misma versatilidad del corredor de montaña, con un fondo en el que prima la eficiencia en la ruta y, de requerirlo, cuenta con una fuerza y potencia brutales para salvar pendientes imposibles.

En esa misma línea, el confort que aporta su equipamiento se adapta a las necesidades del corredor, haciendo que no desperdiciemos ni un gramo de fuerza para llegar a nuestro destino que, en este caso, será el inicio de la ruta. Trail running y conducción eléctrica sintonizan en otra máxima: todo corredor y conductor debería probarlos, aunque solo fuera una vez.

Imágenes | Citroën, iStock/Sanderstock, iStock/Pavel1964 e iStock/lzf

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